Ciertamente No Le Podemos Pedir Peras al Olmo
Por Mario Ramirez Flores, Profesor de Tocopilla y Amigo de Los Hijos de Mafalda, Sección Tocopilla.
No le podemos pedir a un gobierno neoliberal, medidas y políticas de izquierda o socialistas; no le podemos pedir a las derechas ("Nueva mayoría" y "Alianza") que hagan políticas en beneficio de nosotros los trabajadores. Pues si pedimos esto, tenemos un serio problema, que es no habernos dado cuenta, que desde 1990 a la fecha, la llamada Concertación (actual "Nueva mayoría") NUNCA fue de izquierda, ya que desde los inicios de su gestión, se ha dedicado a administrar, profundizar y perfeccionar un modelo político, económico, social y cultural heredado de una tiranía, que a través de una constitución fraudulenta e ilegítima, redactada por 7 personas pertenecientes a lo más rancio de la oligarquía de la iglesia católica y a la ultraderecha, nos dejó sujetos al actual código del trabajo, que nos ha llevado a la precarización laboral, a un sistema de AFP e Isapres, al sistema de crédito-endeudamiento a destajo y al proceso de privatización de los derechos sociales anteriormente consagrados, como la educación, vivienda y salud, más la privatización de las empresas estratégicas para el abastecimiento y consumo interno de la población (empresas de telecomunicaciones, sanitarias, de electricidad, etc.). Siguiendo el hilo histórico, posteriormente a la instalación del modelo neoliberal, los que se encargaron de potenciarlo y profundizarlo fueron los gobiernos de la dictadura concertacionista. Para precisar, recordemos que fueron los gobiernos de la concertación quienes privatizaron lo que en su momento fue el sueldo de Chile, el cobre, pues fue en la administración de Patricio Aylwin, en 1990, donde se impuso la primera concesión minera, base y piso legal para la privatización del mineral. Fue bajo el gobierno de Frei Ruiz Tagle, donde más de 300 mil hectáreas de yacimientos mineros fueron traspasadas gratuitamente a empresas extranjeras. Además se privatizó el Puerto de Ventanas y la Termoeléctrica Tocopilla. El Gobierno de Frei, también, privatizó Colbún, Edelnor, Edelaysen, que representaban cerca del 40% de la generación eléctrica del país. En este mismo gobierno también, se inició la privatización del agua. Sumando, fue en el Gobierno de Ricardo Lagos (2001) cuando se estableció el Sistema de Cuotas Individuales de Pesca, el cual entregó temporalmente por una década, el 90 por ciento de los derechos de capturas anuales de pesca a la mega empresa, en terrible desmedro de los pescadores artesanales (Ley que se extendió y concretó durante el gobierno de Piñera). Por si esto fuera poco, fue durante la primera administración de la actual presidenta Bachelet, donde la transnacional Monsanto invade nuestra tierra quitándoles el derecho a la semilla a los pequeños y medianos agricultores locales, y dicho sea de paso, llenando nuestra despensa nacional de alimentos modificados genéticamente, que en sus procesos de generación y desarrollo matan a uno de los principales polinizadores naturales y sostenedores de la vida vegetal, la abeja; y de paso nos enferman de cáncer.
Acotando lo anterior, la pregunta es: ¿podemos a caso llamar de izquierda a estos gobiernos hijos de la tiranía? Si nuestro pueblo, durante más de 20 años ha votado por una de estas dos coaliciones, y creyendo que una de ellas, por llevar el etiquetado engañoso de "Socialista" o "Comunista", tiene que hacer políticas o leyes que salvaguarden su bienestar y derechos sociales, el pueblo en su conjunto ha tenido (me incluyo), durante todo este tiempo, un problema grave de disociación con la realidad y los hechos materiales, porque basta con fijarse en la práctica histórica (pactos, leyes, concesiones, acuerdos, tratados, negociaciones, contratos, relaciones comerciales, etc.) de la Alianza y la Nueva Mayoría para tener claro que, en ningún caso, dichos gobiernos tendrían que responder alguna vez a nuestras necesidades e intereses como mujeres y hombres de la clase trabajadora (seamos profesionales, técnicos, ingenieros, médicos, profesores, comerciantes, obreros, etc.), ya que desde antes de sus administraciones, han venido al servicio directo y abierto, de un grupo reducido de empresarios extranjeros y nacionales saqueadores de los recursos del Estado, que éste les brinda a través de millonarios subsidios. Así ha quedado demostrado innumerables veces desde 1990 a la fecha. Sólo basta revisar la historia o consultar a nuestro amigo google; y no creerle tanto a los guiños de las Últimas Noticias, La Tercera, Emol, a las noticias o al matinal. Jejeje., puesto que estos medios de comunicación son propiedad de los mismos empresarios que mandan a sus operarios políticos. Por lo tanto, seguir exigiéndoles a estos mismos gobiernos neoliberales, que cambien tal o cual ley, en beneficio de nuestro pueblo en su conjunto, es en el fondo decirles que no transformen nada, ya que le estaríamos pidiendo al mismo modelo, bajo sus mismas reglas y lógicas, que haga un cambio o modificación de tal o cual ley, código o decreto, pero eso no significa ni se traducirá evidentemente en una transformación estructural del modelo en sí que ha generado las políticas que nosotros no hemos pedido, votado, ni mucho menos deseado. Ahora bien, vale decir, que para recuperar nuestros derechos sociales, en consecuencia nuestro bien común; para recuperar el derecho a una educación y salud pública de excelencia, nuestro derecho a una pensión digna, nuestro derecho al mar, al agua, a las tierras usurpadas, para recuperar nuestro Cobre; finalmente para recuperar la esperanza, la solidaridad y la justicia social, tendríamos que partir asumiendo que lo necesario y urgente es terminar con este modelo o sistema. Luego, si terminamos con éste, ¿qué sistema pondríamos en su lugar? Y en este punto se torna interesante la discusión, porque hasta el momento casi ningún movimiento social tiene una propuesta o proyecto político alternativo al neoliberalismo, solamente redundan en petitorios de carácter reivindicativos que no asumen la tarea de construir una propuesta política e ideológica de transformación real y concreta. Podríamos decir incluso, que hoy, lamentablemente, el neoliberalismo y su relato de la posmodernidad y "el fin de la historia", ha permeado a gran parte de la izquierda en Chile y el mundo, borrando de su acervo político, ideológico y cultural, la visión de mundo con un modelo de desarrollo Socialista de base Marxista, con valores humanistas y con una ética de Justicia social.
Mario Ramirez Flores
Amigo de Los Hijos de Mafalda
Sección Tocopilla
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