Con Relación al Asunto de la Haya
Por Américo Lepe
Con relación al asunto de La haya. Un día ante el Rey Salomón -Rey de Israel e hijo del Rey David- llegaron ante él, 2 mujeres reclamando la maternidad de un bebé. Ambas afirmaban ser la verdadera madre del niño y la otra una impostora. El Rey Salomón sabiamente dictaminó que para solucionar el diferendo lo más justo sería partir con una espada al niño por la mitad y que cada mujer se quedara con una mitad del niño. Pero la verdadera madre ante tal veredicto renunció al reclamo y antes que ver morir a su hijo partido por una espada prefirió entregarlo a la impostora. El sabio Rey Salomon así pudo saber cuál era la verdadera madre a la cual entregó la tutela del niño. En la guerra del Pacifico, que en rigor debería llamarse guerra del salitre, y que enfrentó al cobarde -pero hasta entonces digno- Ejercito de Chile, al servicio de los salitreros Britanicos y de la Aristocracia Criolla, contra la confederación Perú-Boliviana.
Durante este conflicto Chile se apropió de vastos territorios pertenecientes a Perú y Bolivia adjudicándose la riqueza del salitre que más tarde se extinguiría. Pero bajo esos mismos territorios yacía otra riqueza inmensamente mayor; el cobre, que hoy es la máxima riqueza y sueldo de Chile. Es decir, Chile despojó por la fuerza a Perú y Bolivia no sólo del mar, del desierto, del salitre y del cobre, sino también llego hasta Lima y arrasó patrimonio cultural y dignidad del pueblo hermano. Chile ganó la guerra y ganó mucho con el salitre y ahora es un país rico gracias al cobre, si señores, todos los años las empresas privadas se llevan entre 20.000 y 30.000 millones de $USD. Imagínense 30 mil millones de dólares todos los años que son nuestros y se van de Chile al bolsillo de empresas privadas. Chile ha ganado y seguirá ganando mucho dinero gracias a los territorios conquistados. Sabemos que la reclamación Peruana es infundada sobre la validez de los tratados vigentes, pero su reclamo es entendido como un intento de reivindicación histórica por la humillación, despojo y afrenta causada. Lo intentan ahora y lo intentarán en el futuro, igual como Bolivia seguirá reclamando salida al mar. La Corte de La Haya tiene la reputación de ser "Salomónica" y dar soluciones en partes proporcionales a demandante y demandado, utilizando la espada de la jurisprudencia. Si así fuere, o si Chile perdiera en la corte, las voces del nacionalismo surgirán furibundas, exigiendo que corra la sangre, indignadas, rabiosas, como ya están surgiendo para desconocer la mediación que ya fue aceptada y a la cual indefectiblemente nos sometimos.
Pero hay otro juicio u otra guerra por soberanía que ya perdimos, y no fue ante Perú ni Bolivia, ni ante ningún otro país, sino que fue ante nuestros propios compatriotas y ante nuestro parlamento. La Ley de Pesca o Ley Longueira, concedió el derecho para la explotación de los recursos marinos, a 5 empresas pertenecientes a 7 familias mega-millonarias de Chile. Esta fue la "Salomónica" repartición; 90% de las cuotas de pesca para las 7 familias de forma heredable, es decir "ad eternum", y 10% de las cuotas para los miles de humildes pescadores artesanales que viven del mar para alimentar a sus familias. Al contrario de la sabia decisión tomada por aquella madre ante el juicio salomónico, nuestros honorables prefieren ver agonizar y morir desmembrados a los hijos de esta patria, antes que defender con desprendimiento y benevolencia el bien mayor. ¿Qué tal...? Así opera en Chile la espada salomónica de la justicia. Así se ponen en guardia y blanden con maestría la espada nuestros honorables parlamentarios para defender la supuesta equidad cuales fueran espadachines de la plutocracia. Con ellos perdimos más que Lo que se disputa en La Haya, pero nadie se alza ni reclama con furibundo nacionalismo por ese canallesco despojo.