Hace ya algún tiempo que el tema de la salud se está poniendo de moda, esto puede deberse a la información que asegura que “casi 25 mil personas murieron en Chile durante el año 2016 mientras estaban en lista de espera de hospitales, según informó la Subsecretaría de Redes Asistenciales”. El detalle de las y los chilenos muertos es: “22.459 son los pacientes que esperaban una primera consulta con un especialista y 2.358 los que necesitaban una cirugía, según informó El Mercurio”. De este total, “13.058 de los fallecidos son hombres y, en cuanto al rango etario, 18.423 son mayores de 65 años”. Esta cifra aumenta al constatar que “entre los años 2010 y 2015 fallecieron 57.551 personas esperando una consulta con un médico especialista y 10.083 pacientes en espera de una cirugía, de acuerdo al Ministerio de Salud[1]”. Esto quiere decir que entre el 2010 y 2016 han fallecido un total de 92.451 personas por falta de atención médica. Esta situación se agrava aún más cuando podemos constatar que actualmente “en Chile hay 1.644.471 pacientes que están esperando una consulta médica con especialista y alrededor de 300.000 aguardan una intervención quirúrgica”, esto quiere decir en primer lugar que en nuestro país existe una lista de dos millones de compatriotas que esperan por atención médica, y en segundo lugar debemos entender que en la medida que se mantenga y aumente esta larga lista de espera, seguirán muriendo chilenas y chilenos por falta de atención médica.
A lo anterior debemos sumar la siguiente información, que asegura que la deuda hospitalaria en chile podría alcanzar “a $640 mil millones, o US$ 950 millones (al dólar de ayer) …… a fines de 2017, según un análisis realizado por Altura Management en base a datos entregados por la Dirección de Presupuestos (Dipres) en octubre[2]”.
La información antes expuesta, viene solo a configurar algo que es sabido por todas y todos, cual es que la salud pública en Chile es pésima y que seguirá empeorando, por lo tanto seguirán muriendo chilenas y chilenos por falta de atención en salud. Un segundo elementos que debemos considerar es que a pesar de constatar este hecho de forma sistemática, a la fecha nuestro pueblo y las organizaciones sociales y políticas no reaccionan, con excepción de un grupúsculo autodenominad “Salud Para Todos”, que a pesar de su trabajo y esfuerzo por posicionar este tema a nivel nacional, a la fecha nadie lo considera mucho. En tercer lugar, se nos presentan a lo menos dos preguntas, la primera asociada al trabajo que está realizando “Salud Para Todos”, que tiene que ver con ¿por qué no se manifiesta interés real y concreto en la lucha que está dando esta organización?, y ¿por qué la salud pública va de mal en peor?.
Con respecto a la respuesta de la primera pregunta, en realidad no tenemos una respuesta concreta, incluso no nos atrevemos a especular sobre el porqué de la falta de interés por el tema de la salud. Para la segunda pregunta efectivamente tenemos una respuesta concreta y específica, la cual no es una novedad ya que la hemos expuesto en diversos artículos y trípticos anteriores, y es la siguiente: El neoliberalismo es un sistema político y económico que asegura que los problemas sociales deben ser resueltos por la empresa privada, por lo que el modelo transforma sistemáticamente los derechos sociales en negocios rentables y seguros, financiados por el Estado vía subsidio.
Nos tendrán que disculpar por ser majaderos y repetitivos con este tema, pero Los Hijos de Mafalda, tenemos una función, objetivos básicos y fundamentales, cual es informar y educar, producto de esto, es que consideramos necesario entregar información concreta y contrastable con la realidad, que demuestren materialmente nuestros dichos.
Ahora bien, como podemos demostrar que el neoliberalismo establece que los problemas sociales deben ser resueltos por la empresa privada, muy fácil, el primer ejemplo es el financiamiento directo que realiza el Estado a las empresas privadas de salud, es así como Fonasa compra “días camas” a las clínicas privadas a muy alto precio, ejemplo de ello es la “Clínica Las Condes, a quien le paga por un día cama básico $827 mil pesos, mientras que a un hospital público sólo le paga $60 mil. Durante 2012 el gasto por esta vía fue de $19.521 millones, cifra que perfectamente podría haber sido utilizada en ampliar la oferta de camas públicas cuyo déficit histórico era de 3.000 camas en 2010[3]”.
Para que el modelo empresarial en salud se proyecte y mantenga en el tiempo, nuestros gobiernos se han dedicado específicamente a destruir el sistema público de salud, es así como entre los años 1999 y el 2009 la capacidad hospitalaria del sistema público (medida en camas) se redujo en 12%[4]”. Este hecho se traduce directamente en el fortalecimiento del negocio de la salud privada, que en el 2016 refleja directamente un aumento de las ganancias de las ISAPRES en un 62%, y en el 2014 fue de un 56%. O sea las ganancias acumuladas por las ISAPRES entre 2005 y 2015 ascienden a $551.595.000.000.
La premisa ideológica que asegura que los problemas públicos deben ser solucionados por los empresarios privados, queda claramente establecido al constatar que el actual gobierno que llega al poder bajo la promesa de la construcción de 20 nuevos hospitales, no se cumplió, ya que a la fecha se encuentran en construcción en la Región Metropolitana el de Melipilla; Barros Luco Trudeau; la reposición de complejo asistencial Dr. Sótero del Río y hospital de Puente Alto, lo que suman en total 5, de los cuales 2 de ellos son reposición de recintos que dejaron de funcionar, o sea de los 20 solo 5 están en construcción. Con esta información creemos haber podido demostrar materialmente que el neoliberalismo transforma sistemáticamente los derechos sociales en negocios rentables y seguros, financiados por el Estado vía subsidio.
Esta información nos permite en consecuencia comprender el porqué del alto nivel de endeudamiento del sistema hospitalario público, explicado específicamente por el traspaso de nuestros recursos a los empresarios privados que lucran con nuestra salud, y que en este proceso se asesina por omisión a chilenas y chilenos, los que solo entre el 2010 y 2016 suman un total de 92.451 personas muertas por falta de atención médica.
Pero todo esto tiene un segundo sesgo ideológico, cual es, establecer que el Estado es incapaz de dar solución a los problemas de nuestro pueblo, opinión que se masifica gracias a la información mal intencionada entregada por los medios de comunicación de masas. Esta visión ideológica al mismo tiempo establece que los empresarios privados a pesar de su nivel de corrupción, son los únicos capacitados para dar solución a los problemas de nuestro pueblo, y que sin ellos estaríamos perdidos, por lo mismo uno de sus representantes, a pesar de estar relacionado a diversos casos de corrupción, posiblemente llegará nuevamente a ser presidente de la república.
Para finalizar este artículo, es necesario exponer que para que se genere un sistema de salud público, de excelencia, oportuno y eficaz, debemos construir una nueva sociedad, que establezca como principio básico que el Estado y las riquezas que produce nuestro trabajo, estén al servicio de nuestro pueblo y no al de un grupo de empresarios privilegiados. Para lograr este objetivo ya no bastan las marchas y movilizaciones, ellas como lo ha demostrado nuestra historia reciente no han lograd mucho, lo que debemos hacer es informarnos, educarnos y organizarnos, ello acompañado de la discusión básica y necesaria de la sociedad que deseamos construir, y como lograr dicho objetivo.
Mario Paz Montecinos
Secretario General de Los Hijos de Mafalda
“El Mayor Compromiso Con Nuestro Pueblo Es La organización.
Súmate Al Trabajo de Los Hijos de Mafalda”
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[1] https://piensachile.com/2016/03/senador-navarro-el-eunacom-es-un-pozo-oscuro-sin-fondo-ni-control-alguno/
[2] https://www.pulso.cl/empresas-mercados/deuda-hospitalaria-subiria-70-hacia-fines-de-2017-totalizando-us950-millones/
[3] https://ciperchile.cl/2013/05/27/como-se-ha-desmantelado-la-salud-publica/
[4] https://ciperchile.cl/2013/05/27/como-se-ha-desmantelado-la-salud-publica/