Las APV o Ahorro Previsional Voluntario, El Nuevo Negocio de la Previsión

Por Mario Paz, Secretario General de Los Hijos de Mafalda

 

    Hace algún tiempo, que hemos comenzado a ver publicidad en diversos medios de comunicación que hablan del “número que deseamos alcanzar”, el “número ideal para nuestra jubilación”, el “número que nos alejará de la pobreza”, finalmente el número que hará felices a los empresarios nacionales y extranjeros.

 

    Complementaría a la propaganda del número, acaba de aparecer en diversos medios de comunicación una publicidad que nos asegura que, en sólo 21 días podremos aprender cómo alcanzar el famoso “número”, todo ello complementado con una publicidad donde aparece una mujer conversando con ella misma, pero en diferentes etapas de su vida, donde ella ya jubilada, aconseja y agradece su propia acción juvenil de haber tomado la precaución y decisión de comenzar a ahorrar en un APV o Ahorro Previsional Voluntario,  para la tan temida vejez no fuera lo catastrófica que esperaba que fuera.

 

    Todos estos comerciales y propaganda, que nos quieren sacar más dinero de nuestro salario, no es nada más que un mecanismo compensatorio de la gran crisis que a la fecha viven las AFP, empresas que a pesar de las ganancias que puedan alcanzar hoy, tienen condenada a la miseria a la gran mayoría de nuestro pueblo, ya que, por un lado, las ganancias de las AFP no son para sus cotizantes, sino que para los empresarios propietarios de dichas empresas.

 

    Pero el cuento ya no son las AFP, ya que el sistema en su totalidad a asumido que el modelo de ahorro previsional chileno no sirve, pero como en este país nunca se buscan soluciones reales y concretas, por el temor a que algún empresario se enoje, hay que inventar soluciones parches, que en la práctica no son ninguna solución, sino una extensión del problema por tiempo indeterminado, que permite que algún ingenioso empresario establezca un nuevo negocio lucrativo y seguro, sustentado en la desgracia de todo un pueblo, que se encamina rápidamente hacia la miseria. Estos nuevos negocios, son nada más ni nada menos, que la entrega de más de nuestro dinero a los mismos empresarios que nos han arruinado gracias al sistema de AFP, y que gracias a que el problema no se soluciona, ellos encuentran una nueva forma de sacarnos más dinero. Esto parece un chiste pero es la realidad, que ustedes la pueden ver diariamente por televisión. Además de parecer un chiste, en lo particular suena a una acción muy bien planificada y publicitada, que con el tiempo dejará de ser una decisión voluntaria, y se convertirá en una obligación, así como lo es la cotización en las AFP, que comenzará con el aumento de los años a ser necesarios para jubilar.

 

El Buen Negocio de los APV

 

Este es tan buen negocio, que a la fecha, “el patrimonio total administrado por la industria de Fondos Mutuos en ahorro previsional voluntario (APV), a julio de 2014, fue $1.510.771 millones, lo que representa un incremento de un 22,3% respecto de julio de 2013[1]”. Esta cantidad de dinero, es aproximadamente el 25% del total de los recursos que concentran las AFP al año, y esto sin contar los aportes previsionales que realiza el Estado Chileno a las AFP.


La crisis del sistema previsional chileno es un hecho real y concreto, que está asumido por la población nacional, la que ha reaccionado, ante el temor de la miseria asociada a la vejez, y se ha visto en la necesidad de pensar en ahorrar para poder complementar su jubilación, es por este motivo, que “el número de partícipes que ahorran bajo el concepto de APV en fondos mutuos aumentó durante julio de 2014 en 613 partícipes respecto al mes anterior, alcanzando un total de 180.221 partícipes, lo que se traduce en un aumento de 0,3% respecto a junio de 2014, y en un incremento de 7,1% respecto a julio de 2013”. Esto sucede, ya que el mismo Estado nos obliga a cotizar en las AFP, las cuales nos llevan a la miseria y por medio del APV nos llevan aumentar las cotizaciones, para llenar los bolsillos de los empresarios de las AFP.
 

El problema, es que estos incautos, los que ahorran en APV; han pensado salvarse solos, asumiendo una postura netamente individualista, postura que traerá las mismas consecuencias que todos los despojados de sus ahorros gracias a las AFP.

 

Algunos, como siempre, se preguntarán cómo podemos realizar tamañas afirmaciones, y como siempre la respuesta es muy sencilla, y es la siguiente, los fondos de los APV, se “concentran mayoritariamente en fondos accionarios, alcanzando un 39,8% del total”, que es uno de las mismas herramientas financieras donde invierten las AFP, y los restantes fondos son invertidos en diversas herramientas financieras, lo mismo que las AFP, y en todos ellos se han perdido nuestros recursos jejejeje.

 

Otra vez más las crisis hacen más ricos a los más ricos


El tema es que, por un lado hoy vemos publicidad que en la práctica establecen el fracaso de las AFP, y ninguna autoridad dice y hace nada, fracaso que finalmente se transforma en una crisis real y concreta que nos afecta a todos los trabajadores chilenos, crisis que nuevamente, se transforma en un negocio seguro y rentable para los empresarios nacionales y extranjeros. Con este círculo, se comprueba nuestra premisa, que establece que las crisis hacen más ricos a los más ricos, y al mismo tiempo empobrece a los más pobres. Una segunda premisa que nosotros hemos establecido, es que las crisis son una herramienta destinada a profundizar el proceso de dominación de nuestro pueblo, ya que las herramientas que se utilizan para enfrentarlas desde el gobierno, aparte de entregarles dinero a los empresarios, es ofrecer facilidades a la población más pobre, para acceder a créditos y préstamos, acción que termina endeudando a la población, endeudamiento que se transforma en cadenas que limitan directamente la organización y lucha de los trabajadores en defensa de sus derechos laborales.

 

            Finalmente, las AFP y los APV, son la herramienta utilizada por los empresarios y el Estado, para apropiarse de un porcentaje importante de nuestros salarios, recursos económicos que utilizan para hacerse más ricos, riqueza que es aumentada gracias a los préstamos que estas entidades nos realizan con nuestros mismos dineros, créditos otorgados por medio de los bancos que son tanto propiedad del Estado como de los mismos empresarios, y que al mismo tiempo, son los propietarios de las mismas AFP y de los APV.

 

            Pero estamos en Chile, donde el robo legalizado es un derecho consagrado para  los empresarios, asegurados por las leyes que promulga el Estado que se encuentra a su servicio.

 

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[1] https://www.estrategia.cl/detalle_noticia.php?cod=101468&sec=11