Por Mario Paz, Secretario General de Los Hijos de Mafalda
Como todos sabemos, diariamente se va publicando y difundiendo diversa información, que nos deberían hacer pensar y reflexionar sobre diversos temas, pero en la práctica, este hecho no ocurre necesariamente. Que nosotros, las personas debiéramos realizar el ejercicio de pensar gracias a la información que recibimos por diversos medios, es un supuesto, que al mismo tiempo establece que nosotros deberíamos reflexionar sobre esas mismas noticias e información, y en los elementos o sucesos que dan su origen a dicha información, así como también, las diversas consecuencias de la misma.
Cuando la información que es socializada, tiene un carácter de gravedad, se espera que esta traiga consecuencias negativas para la población en su conjunto, para que esto ocurra, la información debe ser presentada de una forma intencionada y direccionada, por el contrario, si lo que se busca es conseguir lo opuesto, esta debe ser presentada de tal forma, que termine desviando, ocultando y negando los procesos que dieron origen y vida a dicha información, y las consecuencias materiales que se producirán por el hecho que da vida a la noticia.
En muchos casos, a pesar de que se pretenda intencionar y direccionar la información y las noticias, ocurre que estas por si mismas despiertan aunque muy limitadamente, algún nivel de conciencia en la población, premisa que establece, que las noticias son peligrosas por si solas. Si asumimos esta premisa como verdadera, debemos tener la suficiente claridad para poder comprender, que el sistema de dominación debe limitar la entrega de información, en consecuencia la entrega de noticias, situación que en la práctica está ocurriendo hace ya algunos años en nuestro país.
Un elemento que puede ser considerado como sustentación de lo antes expuesto, es que la población nacional, efectivamente espera el horario de noticias, conducta conocida y estudiada por los mismos medios de comunicación y empresas, por lo mismo recargan de publicidad directamente el horario que precede a los noticiarios centrales, por lo tanto, ese periodo de tiempo en televisión es el más caro para la exhibición de publicidad, publicidad que a la fecha es tan extensa que limita el tiempo de entrega de información y noticias.
Si el objetivo es eliminar la entrega de información y noticias, ya que éstas incluso por si solas pueden generar algún nivel de conciencia en la población, la pregunta es que se debería hacer es: ¿Cómo se realiza el proceso por el cual se limita la entrega de información y noticias?, la respuesta es más fácil de lo que podríamos pensar, ya que esto pasa con el cambio paulatino y sistemático de los tiempos destinados a un tipo de información en particular. Es así como, la información sobre el juego de pelota, que inicialmente no tenía un espacio mayor a los 5 minutos en un noticiario, con el paso de los años, este mismo espacio a llegado a tener 30 minutos, o sea la mitad del tiempo destinado a información nacional e internacional.
Al tiempo, que se le da al futbol, debemos también agregar el paulatino aumento del espacio destinado a la farándula, temática inexistente hasta hace algunos años, pero que hoy tiene el objetivo de trasladar nuestra atención en la dirección tendiente a conocer la vida y problemática de personas que no conocemos, en consecuencia a particularizar la problemática social en la figura de sujetos que no tienen las mismas características de nuestro pueblo. Por lo tanto, esta información solamente busca destacar trivialidades y conflictos particulares entre estrellas de televisión, quienes viven una realidad totalmente diferente y distanciada de las personas comunes y corrientes como nosotros. Los tiempos destinados a examinar la vida de personas que no se parecen a nosotros, y que menos representan nuestra realidad, se traduce en una disminución cuantitativa de los tiempos destinados a información y noticias, que efectivamente, tendrán repercusiones en nuestro quehacer cotidiano.
Finalmente, nos encontramos con la crónica roja, noticias que se refieren exclusivamente a accidentes, robos y narco tráfico. Información, que efectivamente trata del quehacer cotidiano de nuestro pueblo, pero sólo, de una parte muy reducida, y pretenden hacernos creer, que dichas conductas, actitudes y accidentes son, la normalidad generalizada de nuestro quehacer como pueblo y país.
La crónica roja cumple varios objetivos, entre ellos podemos destacar, la intención de sembrar “temor”. La información sobre asaltos, robos y narco tráfico, persigue hacernos creer que vivimos en una sociedad totalmente convulsionada, por lo mismo, ya no es seguro salir de nuestras casas entrada la noche, ya que nos arriesgamos a ser asaltados, violentados, violados e incluso asesinados, sólo por el hecho de salir por la noche. “Todos saben, y para los que aún no lo tienen claro, les recordamos que hoy la gente está tan mala… es por eso que hay robos y asaltos, traficantes y terroristas, por esos motivos, es un riesgo salir de nuestras casas, por lo mismo, la única actividad y el único lugar seguro es nuestro hogar, donde el único entretenimiento es ver televisión.”
La crónica roja, produce angustia en los padres de adolescentes, quienes ven que sus hijos pueden ser violentados, agredidos, asaltados incluso asesinados, sólo por el hecho de salir por la noche, para asistir a una fiesta, o de visitar a su pareja y amigos. Esta angustia que se produce en los padres, es traspasada a los hijos, quienes, desarrollan la misma angustia, incluso peor, desarrollan un conjunto de temores sociales y culturales, que deben ser finalmente vencidos momentáneamente con la ayuda del alcohol y alguna droga, acciones que por su connotación dan mayores argumentos a la crónica roja,
El temor traspasado a los jóvenes, se transforma en inseguridad y angustia, que por un lado se expresa en temor hacia los demás, fortaleciendo la idea de vivir y salvarse solo, acción que profundiza el individualismo, y del mismo modo, la angustia se agudiza por el mismo individualismo y la desconfianza en los otros, conductas y acciones contrarías a la naturaleza gregaria de los seres humanos, gregariedad que nos hace comprender que no estamos solos y necesitamos de los otros para poder subsistir.
Toda esta crónica roja, que se transforma en angustia, inseguridad y miedo, busca que nuestro pueblo, grite por más policías y seguridad, que clame por más fuerza pública en las calles, que sea autorizado a levantar más rejas que cada día son más altas, finalmente la crónica roja consiguió que nuestro pueblo cambiara su libertar por más carabineros.
No podemos negar, la existencia de noticias políticas e internacionales, claro, todas ellas intencionadas y marcadas por la ideología dominante. Es así, que si por esas casualidades escuchamos una noticia referente a Cuba, está por ningún motivo será positiva, ya que es identificada como una dictadura comunista que mantiene a su pueblo subyugado y sometido. Lo mismo ocurre con las noticias sobre Venezuela. Estos dos países, son clasificados de esta forma, ya que mantienen un régimen político y económico, que demuestra que los pueblos con su trabajo y sus impuestos, puede vivir libremente y con todos sus derechos básicos consagrados y asegurados, derechos que no han sido transformados en un negocio lucrativo para la empresa privada, todas ideas que cuestionan el modelo de dominación impuesto en nuestro país.
Ahora bien, más de alguno de ustedes, puede pensar que los ejemplo expuestos, son totalmente intencionados, acción que no niego, pero la intencionalidad política de las noticias internacionales, buscan establecer quienes son los malos y quienes son los buenos. En este marco, es que podemos encontrar a los terroristas de Hamás, que son un “Movimiento de Resistencia Islámico”, que según los Norte Americanos, los Israelíes, Los Canadienses, y Los Europeos, lo único que busca es sembrar el terror religioso en la gente, particularmente entre los judíos. El problema, con esta información, es que Hamás, no es más que una organización política que se crea para expulsar a un pueblo invasor, que, con el apoyo de los países antes enunciados, se ha apropiado de un territorio que no les pertenece, territorio que sido propiedad histórica del pueblo palestino, por lo tanto Hamás, sólo está dando una lucha contra un invasor extranjero, contra un colonizador, que tiene el poder de las armas y la propiedad de los medios de información, por lo tanto, es dueño de la propaganda que identifica a Hamás como los malos y a los Israelíes como los buenos. Usted se preguntará quiénes son los buenos, son aquellos que se apropian de una tierra que no les pertenece, a fuerza de matanza de hombres mujeres y niños, o son los que defienden su patria contra un enemigo extranjero.
Pero, no es necesario irnos tan lejos para encontrar acusaciones de terrorismo, contra un pueblo que resiste la ocupación militar, política, cultural y social. Efectivamente, en Chile, existe un pueblo, que ha resistido a un invasor por más de 500 años, pueblo que su heroísmo a inspirado a poetas y escritores. Pueblo que cuando comienza un proceso de recuperación de tierras es acusado de terrorista y de criminal, cuando lo único que están haciendo es tratar de recuperar las tierras que les han sido usurpadas a sangre y fuego, sangre que siguen pagando hasta el día de hoy en nuestro país.
Estas noticias, no sólo identifican al terrorista, que pueden ser Hamás, o cualquier Mapuche, ellas, las noticias, también tienen el objetivo de transformar al invasor en héroe, en paladín y defensor de la justicia, de la democracia y la propiedad privada, en consecuencia, las noticias tiene el objeto final de establecer con claridad y sin menor duda quienes son los buenos y quienes son los malos.
Los buenos son los que matan terroristas, sean estos de Hamás o Mapuche, por lo tanto, los buenos tienen el derecho de apropiarse de la riqueza de los malos, acción totalmente justificada, por consiguiente, también le pueden quitar la tierras a los terroristas, incluso cuando violan y torturan a la población civil, esto también es justo, ya que ellos defienden y protegen al mundo de los terroristas: Los buenos tienen el derecho de matar a mujeres y niños, tienen el derecho de destruir escuelas y jardines infantiles, de bombardear hospitales entre otras cosas, pero lo pueden hacer, ya que son los buenos, y los medios de comunicación así lo establecen y así lo plantean.
No podemos negar, que a pesar de todo, siempre queda un espacio para las noticias nacionales y políticas, noticias que, por un lado, nos quieren dar a entender que somos un país exitoso, ya que nuestras empresas cada día obtienen más ganancias y riquezas, pero si lo pensamos bien, estas noticias deberían en vez de hacernos sentir orgullosos, deberían ofender a nuestro pueblo, sobre todo cuando se nos informan que las ISAPRES han ganado miles de millones de dólares gracias a nuestros pagos, o que las AFPs, han aumentado sus ganancias en un 60%, dinero que va a parar a los bolsillos de los empresarios y no a los nuestros, ya que este porcentaje de ganancias, no se transformará en la recuperación de nuestros ahorros perdidos en el momento de la crisis económica, que significó el desplome de más del 40% de nuestros ahorros previsionales, ahorros que no serán recuperados, y a pesar de ello, nuestro pueblo no reacciona frente a estas noticias, por el contrario, se siente orgulloso de ser tan exitoso, éxito empresarial que está condenando a los trabajadores y trabajadores a una vejes de miseria y necesidades.
Estas noticias que hablan de nuestro éxito como país, sólo hacen referencia a como los grandes empresarios, se llenan los bolsillos gracias a la riqueza que genera nuestro trabajo, también gracias a nuestro pago de impuestos, o al pago de altas tasas de interés asociadas a los créditos que nos vemos en la obligación de solicitar debido a que con nuestro salario no nos alcanza para cubrir todos los gastos a fin de mes.
Las noticias solamente destacan el éxito de los bancos, y el aumento de sus ganancias, pero no destacan que el dinero que prestan los bancos, es nuestro propio dinero, que las entidades financieras obtienen vía créditos del banco Central con tasas de interés que son extremadamente bajas, o tampoco destacan también que un porcentaje del dinero que prestan los bancos, son nuestros propios ahorros, o los lo que se resta son nuestros ahorros que hemos logrado reunir en las empresas de fondos de pensiones o AFPs. Finalmente los noticiarios, no destacan, que los empresarios banqueros, nos prestan nuestro propio dinero, y en ese proceso se hacen más ricos y millonarios.
Incluso así, con noticias falsas e información mal intencionada y dirigida, estas mismas noticias y la misma información no dejan de ser peligrosas, y es por este motivo que cada día se disminuye lenta pero sistemáticamente la cantidad y el tiempo destinada a estas. Es por este motivo, que los matinales ya no empiezan a las 9 o 10 de la mañana como lo hacían hace algunos años, hoy estos dan inicio a las 7 de la mañana, momento en que nosotros los trabajadores nos preparamos para dirigirnos al trabajo, momento justo, donde vemos y escuchamos farándula, momento en que nos obligan a escuchas estupideces con un formato amable, y que buscan intencionar que las conversaciones de los trabajadores, los estudiantes y nuestro pueblo en general, giren en torno a dicha información y no en la problemática que nos afecta diariamente.
Es justo, en este momento del día, que hoy nos quieren limitar aún más el acceso a la información, ya que la disminución de las noticias, y el aumento de la farándula a primera hora del día, busca evitar, que nosotros, los trabajadores y el pueblo tengamos un tema, una noticia, una información que comentar, analizar y discutir con nuestros compañeros de trabajo, discusión que lo más probable arroje, que tanto ellos como yo tenemos él y los mismos problemas, en consecuencia, ya dejaríamos de ser diferente, y nos podríamos unir bajo la misma causa común.
A modo de conclusión, y como se podrá comprender, las noticias con carácter informativo, son una especie en extinción, las que se irán extinguiendo poco a poco, traslapadas entre pelota, farándula, comerciales, crónica roja y control social, y el infaltable terrorismo.
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