LOS 30 AÑOS DEL NO Y UNA DEMOCRACIA ENFERMA

LOS 30 AÑOS DEL NO Y UNA DEMOCRACIA ENFERMA

    Han pasado 30 años del triunfo del No, periodo de tiempo en el que hemos podido ver como la estructura política, económica y cultural se ha ido transformando y profundizando bajo un marco ideológico conservador. Donde aseguramos que vivimos en una democracia plena, y eso gracias a que un conjunto de partidos políticos llamo a votar por el NO, entregando de esta forma el poder  a los que organizaron el golpe de 1973, la democracia cristiana.

 

         Durante esta dictadura encubierta, sistemáticamente van surgiendo diversas explicaciones, ellas destinadas a justificar la instalación de una tiranía sangrienta en nuestro país. Con respecto a las justificaciones, lo menos que se ha expresado es que el golpe fue necesario debido a que Chile vivía con una “democracia enferma”, juicio que hasta el momento ningún partido de la concertación hoy nueva mayoría ha cuestionado públicamente. El baño de sangre que vivió nuestro pueblo, según algunas opiniones, fue necesario debido a que en el periodo de la Unidad Popular, el desorden había llegado a extremos inaceptables, de la misma forma se sostiene que, dicho gobierno fue incapaz de controlar tanto a los trabajadores y al pueblo, o que la economía nacional se encontraba hecha un desastre. Producto de lo expuesto, en la actualidad, existen fuerzas políticas nacionales, que no dudan en justifican el golpe de Estado, y en este acto también aprueban las consecuencias del mismo. Dando a entender,  que para frenar el caos existente en el país, fue necesario utilizar toda la fuerza del aparato militar del Estado que fuese necesaria.

 

    A lo expuesto agregar lo dicho por Sebastián Piñera, afirmando que el golpe fue consecuencia de que “la democracia estaba enferma”.

 

    Para la derecha en sus diversas representaciones y expresiones que incluyen a la nueva mayoría, una “democracia se encuentra enferma” cuando las y los trabajadores comienzan a recuperar sus derechos y la consiguiente pérdida de poder político y económico de  empresarios y oligarquía nacional.

 

    Una democracia enferma, es cuando un proceso de nacionalización de los recursos naturales permite mejorar las condiciones materiales de existencia de todo un pueblo. Por el contrario una democracia sana -  según la derecha y partidos de la concertación -, es aquella que entrega nuestras riquezas naturales al empresariado nacional y extranjero.

 

    Una democracia enferma, es donde el Estado es propietario de bancos, empresas constructoras, transporte, productoras de bienes y servicios. Mientras que una democracia sana es donde el Estado no puede ser propietario de nada. Y  de la misma forma entrega a un grupo de empresarios privilegiados todas sus empresas y bancos.

 

    Una democracia enferma es donde los empresarios surgen, crecen, se mantienen o desaparecen producto de su participación de mercado. Por el contrario una democracia sana es donde los empresarios monopolizan y oligopólizan[1] todo el mercado y de esta forma terminan eliminando la competencia y al mismo mercado. De la misma forma, una democracia sana, le entrega clientes fosados a los empresarios, como el caso de las AFPs, o los enriquece directamente con la entrega de subsidios y cuando los empresarios por sus malos negocios tienen problemas es el Estado quien les rescata entregando las riquezas que produce el trabajo de los pueblos.

 

    Una democracia enferma es donde las organizaciones de las y los trabajadores tienen la capacidad de dar solución material a los problemas de pensiones y jubilaciones de sus asociados. Acción que fue realizada por los sindicatos y cajas de previsión para empleados públicos y particulares. Al contrario, una democracia sana privatiza las pensiones en beneficio del empresariado, dando jubilaciones miserables que empobrecen a nuestro pueblo, obligando a los adultos mayores que se pensionan a seguir trabajando o a transformarse en mendigos.

 

    Una democracia enferma es donde los sindicatos y cajas de previsión para empleados públicos y particulares, construían viviendas dignas para sus asociados, por el contario, en nuestra sana democracia, las y los ciudadanos se deben endeudar por toda una vida por hacer efectivo el sueño de la casa propia.

 

    Una democracia enferma según la derecha y la concertación, es aquella que postula que las riquezas deben ser de todo el pueblo. Mientras que  una  democracia sana entrega el mar a solo 7 familias. La democracia sana es la que nos hace creer que es normal y positivo que la riqueza debe ser concentrada por un grupo reducido de privilegiados en desmedro de todo un pueblo.

 

    Una democracia enferma, busca terminar con privilegios, que empobrecen a la población. Pero una democracia sana es aquella que defiende, mantiene y profundiza los privilegios de un grupo reducido de empresarios y familias nacionales.

 

    Una democracia enferma establece salarios que permitan vivir a las y los trabajadores. La derecha asegura que una democracia sana es aquella que define sueldos mínimos que obligan a los y las trabajadoras a endeudarse para poder comer.

 

    Una democracia enferma es  donde las y los trabajadores no deben endeudarse para vivir. Según la derecha y concertación, una democracia sana y plena es aquella donde estas mismas trabajadoras y trabajadores deben endeudarse para satisfacer sus necesidades más básicas.

 

    Una democracia enferma se caracteriza por tener una educación de excelencia académica, donde las y los alumnos comprenden lo que leen. Según los empresarios, una democracia sana es donde el 86% de la población no comprende lo que lee.

 

    Una democracia enferma es aquella que considera a la educación como un derecho. Y una democracia sana es donde la educación es un bien de mercado, que tiene un precio y que enriquece a los empresarios que lucran con ella.

 

    Una democracia enferma es la que considera a la salud como un derecho social. Mientras que  la derecha y la concertación aseguran que una democracia sana es donde la salud es un bien comercial. Donde quien no tiene dinero para pagarla muere en una lista de espera.

 

    Podemos seguir exponiendo las diferencias entre una democracia sana y una enferma, pero no es la intención aburrir, repitiendo lo que ustedes deben saber mejor que nosotros. Las contradicciones expuestas, hacen pensar a Los Hijos de Mafalda, que debemos estar dispuestos a luchar por la construcción de una democracia enferma, ya que preferimos enfrentarnos a ella y tratar de mejorarla, que vivir en una democracia sana como la actual, donde todo está bien y producto de lo mismo ya no hay nada que hacer, pues no existe enfermedad que curar.

 

Mario Paz Montecinos

Secretario de Los Hijos de Mafalda

“El Mayor Compromiso Con Nuestro Pueblo Es La organización.

Súmate Al Trabajo de Los Hijos de Mafalda”

 

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[1] Un oligopolio es una forma de mercado en la que un mercado o industria está dominado por un pequeño número de grandes vendedores (oligopolios). Los oligopolios pueden resultar de diversas formas de colusión que reducen la competencia y conducen a precios más altos para los consumidores.