Muerte en Lista de Espera, o El Genocidio Chileno

Muerte en Lista de Espera, o El Genocidio Chileno

El 12 de enero de 2024, el diario El Mercurio titulaba “44 mil pacientes fallecieron en 2022 mientras aguardaban una atención en una lista de espera, 38.564 pacientes esperaban por una consulta de especialidad o una cirugía no incluida en el Plan AUGE, mientras que la cifra llega a los 5.437 en el caso de personas que murieron esperando un tratamiento GES”[1]. Esta noticia que fue el titular de uno de los medios de comunicación más importantes del país, no generó ninguna reacción social o política, claro, nadie protesto porque las y los muertos eran pobres, de la clase baja y proletaria, y ellas y ellos, los fallecidos, no pueden protestar, ya que total están muertos y los muertos no protestan.

 

A nivel comparativo, podemos exponer que las personas que han sido asesinadas en la guerra de Gaza al 29 marzo 2024, suman un total de 32.623. palestinos y 1200 israelíes[2]. Tanto a las y los palestinos e israelíes muertos, se tenía la intención de matarlos, es una guerra, pero a las chilenas y chilenos que fallecieron, solo se les dejo morir, ya que no existió la intención de otorgarles una atención médica oportuna.

 

En una guerra, donde la intención es matar y destruir, a la fecha han muerto menos personas que en Chile en un año (2022) por falta de atención médica. El hecho es que, esto que mueran personas esperando atención médica no es un fenómeno que ocurrió solo en el año 2022, esto viene ocurriendo desde hace mucho tiempo, es así como, lo mismo paso en el año 2021, así lo expone la prensa: “Las listas de espera para atención en el sistema de salud chileno, ha llegado a cobrar hasta 30 mil muertes solamente en 2021, lo que ha sido considerado casi como una "segunda pandemia"[3]. Si sumamos a las y los compatriotas muertos por falta de atención médica del año 2022 y 2021 nos arroja un total de 74 mil chilenas y chilenos muertos por la desidia de los gobiernos que en los últimos 50 años no se han preocupado por enfrentar los problemas que presenta el sistema de salud, en otras palabras, en Chile tenemos las consecuencias de 2 guerras de Gaza expresada en personas muertas, y esto sin disparar ningún tiro y sin tirar ninguna bomba.

 

Por otro lado, la explicación de las muertes de compatriotas por falta de atención de salud en el año 2020, se justifica por la pandemia del covid-19, y se nos da a entender que: “la atención de miles de pacientes por otras causas fue dejada de lado, una realidad que tras dos años de crisis sanitaria ha implicado un enorme retroceso y un abultamiento de las listas de espera. Sin embargo, el impacto es aún mayor, ya que, según un análisis realizado por el Ministerio de Salud, durante 2020, 2.817 personas murieron esperando ser atendidas por una patología GES, en tanto que 31.736 fallecieron aguardando por una cirugía o una consulta de especialidad no GES. En resumen, considerando todo tipo de patologías, durante el primer año de pandemia (2020), 34.553 personas murieron esperando por una atención en el sistema público[4]”. Los compatriotas fallecidos en el año 2020, se pueden explicar por la urgencia de la pandemia, pero la pandemia no explica que, en el mismo año las personas que aguardaban respuesta a su problema de salud, sumaran un total de 2.317.340 ciudadanos. Debemos tener claro que las listas de espera no aparecieron en el año 2020., si no que está ha ido aumentado por décadas. La explicación de la pandemia, en ningún caso disminuye la responsabilidad de los gobiernos chilenos, que por falta de preocupación e interés de dar solución a los problemas graves de salud que vive el país, han permitido que en solo 3 años murieran 108.553 compatriotas por fata de atención en salud. Esto quiere decir que han muerto el doble de personas por lista de espera que por Covid, o, dicho de otro modo, que los muertos en lista de espera equivalen a dos pandemias.

 

Mientras en Chile, en solo 3 años han muerto 108.553 personas por fata de atención médica, la pandemia del COVID 19, en 5 años les costó la vida a 57.913 personas, de las cuales 53.312 son confirmadas y 4.601 son casos sospechosos, según cifras publicadas el 15 de junio del 2024 por el gobierno[5].

 

Para quienes nos conocen, el tema de la salud, ha sido una preocupación permanente de Los Hijos de Mafalda, es así que a la fecha hemos publicado 3 trípticos sobre el tema, cuales son el 27[6], el 63[7] y el 79[8], además de 3 artículos relacionados con esta problemática, y a pesar de las denuncias que hemos realizado, dicho problema no se ha solucionado, por el contrario, ha empeorado, hecho que pasamos a describir a continuación.

 

En el Tríptico 79 de nuestra palomilla, informábamos de las consecuencias fatales de esta problemática, es así como, en este número publicado en 2017 exponíamos que “casi 25 mil personas murieron en Chile durante el año 2016 mientras estaban en lista de espera de hospitales, según informó la Subsecretaría de Redes Asistenciales”, además entregábamos la siguiente información: “entre los años 2010 y 2015 fallecieron 57.551 personas esperando una consulta con un médico especialista y 10.083 pacientes en espera de una cirugía, de acuerdo al Ministerio de Salud[9]”, en total, entre estos 6 años murieron 67.634 personas.

 

Nuestra investigación, por desgracia se encuentra incompleta, a pesar de ello, presentaremos los datos parciales de personas fallecida en el año 2017, datos que entrega directamente el “Informe del Minsal enviado al Congreso: 6.320 personas murieron en lista de espera en primer semestre de 2017. La cifra corresponde al 12% del total de fallecimientos que se registró en el país durante el primer semestre del año pasado que fue de 51.989.17[10]”, esta información fue publicada en marzo de 2018, y los datos de ese mismo año, publicados en julio 2019 exponen que: “35.336 personas fallecieron en 2018 mientras se encontraban en listas de espera NO AUGE, esta información fue expuesta en el Análisis epidemiológico y causas de muerte de personas fallecidas estando en lista de espera NO GES. (entre enero a diciembre 2018, página 13)[11]

 

A pesar de tener información parcial e incompleta, realizamos un cuadro resumen de las muertes en lista de espera entre los años 2010 y 2022. Hay que tomar en cuenta que, la información del año 2017 es parcial, ya que contamos solo con los datos del primer semestre, tampoco contamos con los datos de 2019 y 2023, por lo que asumimos que la población fallecida es mayor de la que exponemos.

 

Cuadro N° 1

Año

Muertes en Lista de Espera

Entre 2010 y 2015

67.634

2016

25000

1° semestre de 2017

6.320

2018

35.336

2020

34.553

2021

30000

2022

44000

Total, Muertes en Lista de Espera

242.843

Generación propia

 

Como se puede observar, en la última década han muerto más de 242.843 personas por falta de atención de salud oportuna, cifra que seguirá aumentado dado que la lista de espera sigue creciendo.

 

La pregunta es, por que nuestro pueblo está muriendo por falta de atención de salud

La Pérdida de Los Derechos en Chile

 

La lucha por los derechos de nuestro pueblo y de las y los trabajadores, ha sido una consigna permanente de las organizaciones sindicales, el pueblo organizado, las fuerzas revolucionarias y de los marxistas, esto quiere decir que, nos hemos movilizado desde hace décadas por conseguirlas. Estas luchas, no solo se han presentado como un pliego de peticiones al empleador y los gobiernos, si no también, se han manifestado en organizaciones que han dado soluciones a las problemáticas sociales, es así como nace la cuota mortuoria[12], los ateneo[13]s libertarios y escuelas populares, las organizaciones para la vivienda y la salud popular, acciones que siembran las bases para que el Estado y los gobiernos asuman paulatinamente la responsabilidad de satisfacer, aún que medianamente, estos derechos.

 

Las incontables manifestaciones y paros de las y los trabajadores permitieron conseguir o avanzar en la conquista de los derechos más básicos, conquistas que con la llegada del neoliberalismo o neoconservadurismo comienzan un retroceso metódico y sistemático. Con la instalación en Chile de la tiranía civil-empresarial y militar, los derechos conquistados por las y los trabajadores y por el pueblo organizado, comienzan a desaparecer, se pierde el derecho al trabajo, a la vivienda, a la educación, a las pensiones, a la salud, a la seguridad, al transporte y a los caminos y carreteras.

 

La pérdida de los derechos en manos de la tiranía civil-empresarial y militar, implico cesantía, que se traduce en violencia, delincuencia y narcotráfico, la falta de vivienda, expresada en el aumento de campamentos y de gente viviendo en la calle y un alto endeudamiento, la pérdida del derecho a educación se ha traducido en un pueblo que no lee y que no comprende lo que lee, en otras palabras un pueblo ignorante, y para los afortunados, que el modelo comercial les permitió acceder a la educación superior, significo altos niveles de endeudamiento, en la práctica, la perdida de los derechos de las y los trabajadores y de nuestro pueblo en general, se traduce directamente en el empeoramiento de las condiciones materiales de existencia, o sencillamente en un proceso sistemático de empobrecimiento de nuestro pueblo, pero, la pérdida del derecho a la salud, efectivamente se traduce en la muerte de la población empobrecida, como ya lo hemos expuestos con los datos antes presentados.

 

Los derechos que nos fueron arrebatados, el neoconservadurismo los transformo en un negocio, pero no solo eso, mientras realizaba esta acción, los gobiernos nos prometían que la perdida de estos derechos significaba mayor libertad para la población en general, ya que de esta forma no estaríamos amarrados a los dictámenes de un Estado ineficiente. Con la promesa del nuevo modelo, las y los ciudadanos tendríamos la libertad de elegir donde transitar, en que trabajar, donde estudiar, donde vivir y en que clínica atendernos, promesa que, en base al discurso de la libertad individual, tan deseada por todas y todos, termino resultando tentadora y razonable para nuestro pueblo y finalmente aceptada.

 

La promesa de tener la libertad de elegir por donde transitar, se tradujo en la licitación de caminos y carreteras, que nos obligó al pago de las mismas por utilizarlas. Tanto el capitalismo popular, o el derecho de elegir donde y en que trabajar, se tradujo en la destrucción de la industria nacional, generando la eliminación de miles de puestos de trabajo y la explosión de la cesantía en el país. El elegir donde estudiar, genero un proceso paulatino de segregación de la población, bajo la lógica del dinero, fortaleciendo la condición de clases de nuestra población y separándola más aún entre los que pueden pagar y los que no. El elegir donde vivir, se transformó en un negocio seguro y rentable tanto para las constructoras, así como también para los bancos, fortaleciendo la posición de poder y privilegio del sector más rico de la población. Las promesas que hemos expuesto, en la práctica no mataron a nadie, su efecto principal fue mayor nivel de segregación, más violencia, el aumento del individualismo y la natural competencia entre los habitantes del país, en otras palabras, el proceso de empobrecimiento de la población. Pero la promesa de en qué clínica atendernos, se tradujo en el aumento sistemático de las muertes de los habitantes del país, ya que tanto el sistema de salud público como las clínicas privadas no han tenido la capacidad de dar respuesta la demanda de atención médica de nuestro pueblo.

Con respecto a lo anterior, en el tríptico N° 27 publicado en junio de 2008, expusimos que El Fondo Nacional de Salud FONASA, financia la atención de 11.740.688, chilenos, que representaban el 70.4% de la población nacional de esa fecha, la lógica es que 4.942.961 de las personas restantes se atienden por medio de las ISAPRES. De estos casi 12 millones de chilenos que se atendían en el sistema público, solo cotizan para salud 4.433.165 personas, el resto eran cargas de los cotizantes o personas que se atendían de forma gratuita por medio de la tarjeta de indigencia.

 

Exponíamos que para dicho año (2008): FONASA tenía presupuestado gastar en salud $2.138.276.030, más de 2 mil millones de pesos, y de esta cantidad de dinero que se gastó en salud en el 2008, solo $930.086.196 son aportados por las imposiciones que nos descuentan forzosamente a todos los y las trabajadoras, el resto ($1.208.189.834) es dinero que sale de nuestros impuestos, ósea de todos los chilenos.

 

Acá, nuestra primera comparación entre lo que expusimos hace 16 años atrás con lo que sucede actualmente, desde 2008, la población atendida por FONASA ha aumentado consistentemente, según información de prensa, se establece que “El asegurador público terminó el año pasado (2023) con un total de 16.229.898 usuarios y sumó 616 mil personas (que arrancaron de las ISAPRES). En el total (a la fecha 2023), Fonasa tiene al 81% de la población nacional, el 84% de las mujeres, un 94% de los mayores de 60 años y el 95% de la población extranjera[14]”. Los datos nos indican que, desde el año 2008 al 2023 la población atendida por FONASA ha aumentado en 4.489.210 personas. A nivel porcentual, la población atendida por el ente estatal aumento en estos 16 años en 10.6%, y a pesar de ello, entre el 2008 y 2023 no se han tomado las medidas para solucionar el problema hospitalario, ya que a la fecha solo se han terminado 5 hospitales nuevos de los prometidos.

 

La promesa de nuevos hospitales, en 16 años de gobiernos neoconservadores no se ha cumplido, ya que de los 5 hospitales construidos 2 han sido reposición de antiguos centros de salud que se caían a pedazos, y para el caso de los hospitales proyectados “al menos 10 de los 19 hospitales en construcción aumentaron su plazo original de puesta en marcha. Las construcciones de los recintos se han ido retrasando hasta en casi 2.000 días por diversas razones[15]”, en la práctica, según estos datos, si todo resulta bien, tendremos nuevos hospitales en el año 2030, lo que quiere decir que el problema de salud solo seguirá empeorado. Esta información es una primera explicación del poque a la fecha han muerto 242.843 ciudadanos por falta de atención médica.

 

Mientras esperamos un mínimo de 6 años para el término de la construcción de hospitales nuevos, la lista de espera seguirá aumentando lo que se traducirá en una alta mortalidad de dicha población. Pero el aumento de población atendida por FONASA y la falta de hospitales no son la única explicación para comprender la muerte de miles de compatriotas.

 

El retraso en la construcción de nuevos hospitales, significa la condena a muerte de aproximadamente unas 180 mil personas por falta de atención de salud.

 

Situación Hospitalaria del País.

 

¿Cuántos hospitales hay en Chile?, en el país a la fecha existen un total de 196 Hospitales (64 de mayor complejidad, 31 de mediana complejidad y 101 de baja complejidad); 21 Centros Ambulatorios de Especialidad y 2.571 dispositivos de Atención Primaria de Salud-APS, estos centros deben dar respuesta a un total de 16.229.898 personas (dato del 2023), mientras tanto, al mismo tiempo existen 107 hospitales privados, propiedad o asociados a una ISAPRE, entidades que tiene a mayo del 2024 un total de 1.653.028 cotizantes, a los que se suman 1.053.156 cargas (familiares principalmente), esto nos arroja que el total las personas beneficiadas directamente por las ISAPRES y Clínicas en principio son 2.706.184[16], pero esto en realidad no es así, ya que el sistema de salud privado se enriquece con la venta de servicios a FONASA.

 

La información expone que 107 hospitales privados, dan atención a 2.706.184 personas, mientras los más de 16 millones de ciudadanos restantes son atendidos por 196 hospitales públicos de distinto nivel de complejidad. En este punto se nos presenta una pregunta, cuál es, y por qué existen tantos hospitales privados, una respuesta inmediata es que, con la eliminación del derecho a la salud, esta se transformó en un negocio seguro y rentable, donde la salud privada no solo atiende a los más ricos y acomodados del país, si no que también, gracias al modelo subsidiario expresado en el AUGE y el GES, estas empresas de la salud venden sus servicios al sector público, de esta forma “5,7 millones de personas afiliadas a Fonasa se atienden en clínicas. De la misma forma, el 72% de los partos atendidos en clínicas privadas en regiones son pacientes Fonasa, y el 62% de los pacientes de clínicas en regiones son Fonasa[17]”.

 

Estos datos nos exponen materialmente el porqué de la existencia de tantos hospitales y clínicas privadas, ellas existen y son financiadas por recursos públicos, en otras palabras, la creación del plan AUGE en 2002 (Plan de Acceso Universal de Garantías Explícitas), y la promulgación de la Ley N.º 19.966 que le da vida el 25 de agosto de 2004, significo el fortalecimiento del negocio de la salud privada, ya que este plan estableció la contratación y compra de servicios a las clínicas y hospitales privados, hecho que ocurre también con el Régimen General de Garantías de Salud más conocido como GES. En resumen, todos los gobiernos en los últimos 20 años han privilegiado la compra de servicios a la salud privada antes que construir nuevos hospitales públicos, y con esta acción condenaron a muerte a miles de chilenas y chilenos.

 

Que la salud es un gran negocio, no es una afirmación que realizamos con ligereza, es un dato entregado por expertos y publicados por la prensa nacional, es así como se expone que “de 58 centros privados con hospitalización, 36 se ubican en Providencia, Las Condes, Ñuñoa, Vitacura y Lo Barnechea. Expertos dicen que los centros se establecen en zonas de mayor poder adquisitivo y llaman a fortalecer la atención estatal[18]” esta información fue publicada en el año 2016, y la población de estas 5 comunas para el año 2017 no superaba los 836.371 habitantes, en la práctica, existen 36 clínicas para atender a menos de 1 millón de personas (Población Comuna de Providencia 142.079; Las Condes 294.838; Ñuñoa 208.237; Vitacura 85.384; Lo Barnechea 105,833; Total Población en estas 5 Comunas: 836.371 personas).

Las 5 comunas antes mencionadas, concentran a la población más rica del país, lo que explica el alto número de clínicas existentes en dichos sectores, pero además concentran los mayores niveles de seguridad, los mejores colegios, centros comerciales, universidades etc. Esto no es más que el reflejo de la desigualdad social existente en nuestro país, pero no solo a modo de discurso, si no que expresado en datos e información.

 

          Como ya expusimos, existen 196 hospitales públicos y 107 clínicas privadas en chile, y según Clínicas de Chile, que publico el informe “Camas Hospitalarias Públicas y Privadas en Chile” en mayo de 2023, y según este informe existe un total de 37.397[19] camas hospitalarias en el país, de las cuales 26.286 son camas de hospitales públicos 7.536 son de empresas privadas, 2.277 son Institucionales Gendarmería y FFAA, 566 son de Mutuales que también son privadas, 636 son camas de Centros psiquiátricos, geriátricos y recuperación y 116 consideradas como otros (CONIN), que es la Corporación para la Nutrición Infantil, que es una Corporación de Derecho Privado sin fines de lucro.

 

          Lo que primero nos asombra es que existan solo 37.397 camas hospitalarias en el país, y que estas estén destinadas a responder a las necesidades de 19.493.184 millones de chilenas y chilenos. Esta cantidad de camas, también los explica la cantidad de personas muertas en lista de espera, y de la misma forma que nos da una respuesta inicial al problema del aumento sistemático de la lista de espera.

 

          Con respecto al tema de las camas hospitalarias en el país, La Universidad Andrés Bello en el año 2017 público un informe que expone que “Según reporte del Ministerio del ramo (Minsal), reproducido en el sitio digital del periódico La Tercera, el hecho ejemplifica una situación real: de los 27 mil 623 cupos para ingresos que había en 2006 se pasó a 25 mil 991 en el pasado 2016[20]”. Esto quiere decir que, en 10 años, en vez de aumentar la cantidad de camas hospitalarias en el sector público, estas disminuyeron en 1.632, y según un Informe de Clínicas de Chile[21] publicado en 2020 las camas hospitalarias públicas disminuyeron entre 2011 y 2020 un 5,7%, mientras las camas de las Clínicas Privadas aumentaron en un 16,3%, y esto gracias al plan AUGE Y GES, que solo han fortalecido el negocio de la salud privada.

 

El Subsidio a las Clínicas e ISAPRES

 

Como todos saben la eliminación de los derechos se inicia con la tiranía, transformando estos en negocios seguros y rentable, es en este periodo donde la banca privada comienza a participar de los créditos hipotecarios para vivienda en forma masiva, se cran las AFPs, nacen los colegios subvencionados, la universidades privadas se masifican y la salud se transforma en un negocio muy rentable, y el primer dato para confirmar esta afirmación, es expuesto por CIPERCHILE, donde expone que “Un elemento clave para la expansión de las Isapres fue el hecho de que entre 1986 y 2002, estas instituciones recibieron un subsidio equivalente al 2% de los ingresos de los afiliados que tenían rentas inferiores al valor de las primas. Esto implicó que, además de lo recaudado por la cotización obligatoria y las voluntarias, las Isapres percibieron un 9% adicional por cuenta del Estado. Entre 1990 y 2004 las Isapres recibieron por este ítem U$ 534 millones (de dólares)”, además agregan que “La red privada de prestadores (clínicas, laboratorios, etc.), en tanto, ha contado con tres mecanismos mediante los cuales el Fisco les entrega cuantiosas sumas por la compra de servicios y subsidios a la demanda. Estos mecanismos son: la modalidad libre elección de Fonasa; la compra de servicios -que desde la implementación del GES se ha incrementado exponencialmente-; y desde el 2011, el bono AUGE. Esto ha implicado el traspaso de U$ 6.809 millones (de dólares) entre 2005 y 2012, lo cual explica el vertiginoso crecimiento de la red privada que aumentó su capacidad en 20% en el periodo el 2005-2011[22]”.

 

En noviembre del año 2015, el diario la tercera publicaba que casi un tercio de los recursos de FONASA son traspasados a las clínicas privadas, y expone lo siguiente: “el 27% del total de recursos que Fonasa destina a la compra de “días cama” en el sector privado, fueron traspasados a la Clínica Las Condes durante en el primer semestre de este año (2015), lo que convierte al centro de salud en el mayor receptor de aportes públicos por este ítem a nivel nacional…. Según el reporte, a la Clínica Las Condes le correspondieron $ 2.107.364.913, lo que equivale a un 27% de los montos gastados por Fonasa para ese fin, por un total de 2.067 días cama…. En tanto, el segundo prestador con mayores fondos por este servicio es la Clínica Indisa, que registró ingresos por $ 1.119.868.000 este semestre, es decir, un 14% del total de los recursos, por 1.042 camas[23]”.

 

“Según datos entregados por la Ley de Transparencia, la entidad (FONASA) transfirió entre enero y junio $ 7.679.204.754 a 22 recintos privados por la compra de cupos de hospitalización, medida que se adopta cuando se satura la red asistencial y no existe capacidad para internar a pacientes del sistema público. Así, se adquirieron 10.159 de estos cupos en el total de los establecimientos particulares”, y la nota del diario agrega que “Se trata, además, de una cifra que hace prever un posible aumento en los aportes a este centro este año, pues el período no incluye los meses más complejos del invierno y cuando se incrementa la compra de camas -julio y agosto- y porque en todo 2014, el recinto acaparó el 25% del total de los recursos.

 

          Para finalizar con la noticia publicada por la tercera, no podemos dejar de presentar los arancelas del costo de día cama en el sector público y el privado: “los aranceles de los prestadores privados han mantenido el mismo valor en 2014 y 2015, muy por sobre los $ 380 mil del costo promedio en la red pública. Por ejemplo, el precio más alto por un cupo diario en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) corresponde a la Clínica Atacama, que cobra $ 1.580.000. El segundo mayor precio es de la Clínica de Salud Integral, con $ 1,4 millones por cama crítica y el Hospital Clínico de la Fundación de Salud El Teniente, con $1.350.000”.

 

          Los recursos de FONASA son públicos, estos se constituyen a partir de 7% que se nos descuenta forzosamente de nuestros salarios y asignaciones presupuestarias de salud, que son recursos aportados por los impuestos que pagamos todos los y las chilenas, a pesar de eso estos recursos son traspasados a las empresas privadas de salud.

 

          Claro, existe la justificación que expone que esto ocurre debido a la incapacidad e ineficiencia de la salud pública, pero como la salud pública no va a ser incapaz e ineficiente si nuestra riqueza y recursos son entregados a la empresa privada. Cuántos hospitales se podrían haber construido con los dineros que hemos traspasado a las Isapres y las clínicas privadas en estos 50 años de tiranía y dictadura neoconservadora.

          La información expuesta solo corresponde a días camas comprados a la empresa de salud privada, en estos montos no se consideran por ejemplo el pago de exámenes y atenciones ambulatorias y el pago de consultas privadas.

 

          Cabe señalar que, según un documento de Clínicas de Chile, informe titulado Dimensionamiento del Sector Salud en Chile, cifras al año 2022, se expone en la página 24 que “las contribuciones obligatorias están constituidas por las cotizaciones previsionales obligatorias (20%), por el aporte fiscal (43,2%), por otros aportes fiscales (2,9%) que incluyen programas específicos como Protección a la Infancia, Ley Ricarte Soto para financiamiento de enfermedades poco frecuentes de alto costo, entre otros[24]”. Un 32,4% son recursos definidos como copago o dinero del bolsillo y el restante 4,4% se define como contribuciones adicionales.

 

          Que el 43,2% destinados a salud, sean un aporte fisca, o sea, recursos acumulados vía impuestos y por la riqueza que genera nuestro trabajo, un 20% provenga de nuestras cotizaciones y que un 32,4% salga de nuestros bolsillos, nos hace preguntarnos, donde esta el aporte de los empresarios para la salud en nuestro país, la respuesta es que los grandes empresarios y la camarilla política que los defiende, en la práctica no realizan ningún tipo de aporte para la salud de las y los chilenos, todo lo contrario, se enriquecen gracias a las enfermedades y padecimientos de salud del pueblo pobre de nuestra nación.

 

          Para finalizar este documento, es necesario exponer que “un puñado de empresarios se enriquecen a costa de este negocio, encontramos el caso del cuestionado y corrupto grupo PENTA, quién controla la ISAPRE Banmédica y reúne en sus bolsillos las ganancias de Clínica Dávila, Clínica Santa María, Centro Médico Vidaintegra, Isapre Vida Tres, Help, Clínica Vespucio, Clínica Bíobío, Clínica Ciuidad del Mar, Home Medical Clinic. Es decir, un solo grupo de empresario tiene el control de 9 instituciones prestadoras de servicios en salud[25]”.

 

          Un porcentaje de la información que hemos expuesto en este documento, proviene del Clínicas de Chile, y esta entidad se presenta de la siguiente forma: “Clínicas de Chile A. G. es una asociación gremial que reúne a los 41 principales prestadores de salud privados de Santiago y regiones, en el proyecto común de entregar un mejor servicio de salud a Chile”, este grupo de empresas es propiedad de la Cámara Chilena de la Construcción, que es dueña de la Isapre ConSalud además de ser propietaria de más del 40% de la AFP Hábitat.

 

          Para terminar, no podemos dejar de exponer que la pobreza y miseria creada por el modelo de dominación en estos 50 años, a transformado a nuestro pueblo pobre en sujetos de negocio para los grandes empresarios sean nacionales o extranjeros, y es esta miseria generada intencionalmente la que explica que cada año mueran más de 30 mil compatriotas en nuestro país por falta de atención oportuna en salud.

 

Mario Paz Montecinos

Secretario de Los Hijos de Mafalda

La Palomilla Informativa del Pueblo Desorganizado.

El Mayor Compromiso con Nuestro Pueblo es la Organización.

 

 

https://www.loshijosdemafalda.cl/

loshijosdemafalda@yahoo.es

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[2] https://www.bbc.com/mundo/articles/cd178m5pd3ko

[6] https://www.loshijosdemafalda.cl/products/triptico-n%c2%ba-27%3a-la-salud-en-chile-/

[7] https://www.loshijosdemafalda.cl/products/triptico-n%c2%b063%3a-la-salud-en-chile/

[8] https://www.loshijosdemafalda.cl/products/triptico-numero-79-la-salud-en-chile/

[9]https://piensachile.com/2016/03/senador-navarro-eleunacom-es-un-pozo-oscuro-sin-fondo-ni-control-alguno/

[11] https://www.senado.cl/site/presupuesto/2019/cumplimiento/Glosas%202019/Tercera%20Subcomision/16%20Salud/3380%20Sub.%20Redes%20Asistenciales.pdf

https://www.minsal.cl/wp-content/uploads/2021/05/ORD-N%C2%B0-329-Informe-Glosa-N%C2%B05-letras-a-b-c-y-d-IV-Trimestre-Ley-Ppto-2023.pdf

[12] La cuota mortuoria es la expresión de la solidaridad obrera organizada, que se hacía efectiva al momento de la muerte de un socio del sindicato o la organización. Desde el comienzo de revolución industrial, los empresarios solo pagaban un salario mínimo, y no pagaban derechos sociales, producto de esto, las organizaciones de trabajadores, definían una cuota de ahorro voluntario, que se entregaba a los familiares en caso de la muerte de un trabajador o trabajadora.

[13] Los ateneos populares o libertarios fueron espacios de educación popular, como colegios, algunos de ellos fueron considerados como verdaderas Universidades populares para la clase obrera y el pueblo, prestaban servicios a todas las edades. En estos espacios, la población, así como también las y los trabajadores, adquirían la formación que le había sido negada por su condición social.

[14] https://www.latercera.com/pulso/noticia/fonasa-incorporo-mas-de-600-mil-nuevos-afiliados-en-2023-mas-de-la-mitad-provino-desde-isapres/QCAVPATIURAFLJZAD5Q7W4RZUI/#

[15] https://www.latercera.com/la-tercera-sabado/noticia/al-menos-10-de-los-19-hospitales-en-construccion-aumentaron-su-plazo-original-de-puesta-en-marcha/2BGZ66UYDFDX3DI2ED6SAYJM3Y/#

[16] https://www.superdesalud.gob.cl/biblioteca-digital/estadistica-mensual-de-cartera-de-beneficiarios-del-sistema-isapre-ano-2024/

[18] https://www.latercera.com/noticia/el-64-de-las-clinicas-en-la-region-metropolitana-esta-en-el-sector-oriente/#

[19] https://www.clinicasdechile.cl/wp-content/uploads/2023/05/Informe-de-Camas-Hospitalarias-mayo-2023.pdf

[20] https://www.ispandresbello.cl/disminucion-camas-hospitalarias-afecta-sistema-salud-chileno/

[21] https://www.clinicasdechile.cl/wp-content/uploads/2022/04/Resumen-Ejecutivo-Dimensionamiento_compressed.pdf

[23] https://www.latercera.com/noticia/fonasa-traspasa-casi-un-tercio-de-los-recursos-para-dias-cama-a-la-clinica-las-condes/#

[24] https://www.clinicasdechile.cl/wp-content/uploads/2023/12/Dimensionamiento-Completo-2022.pdf