Proyecto de Ley Anti-Expresión

Por Fernando Ramírez, Secretario de Comunicaciones de Los Hijos de Mafalda

Diputados de distintos partidos políticos, presentaron el 24 de junio del presente año, una ley que busca sancionar los rayados y grafitis realizados en lugares públicos y privados, que no hayan sido autorizados.

Los responsables de esta propuesta, fueron los diputados Daniel Farcas (PPD), Fidel Espinoza (PS), Carlos Obel Jarpa (PPD), Islas kart (UDI), Roberto León (DC), Fernando Meza (PRSD), Ricardo rincón (DC), Gabriel Sílver (DC), Joaquín Kuma (PPD) y Claudia Nogueira (UDI), propusieron esta iniciativa con multas y pena de presidio menor.

Específicamente, el proyecto propone sancionar a los sujetos que pongan cualquier tipo de “carteles, avisos u otros medios impresos o que sirviéndose de pintura de cualquier tipo, procedan a la fijación de mensajes, firmas, rayados, dibujos u otras figuras y expresiones en bienes muebles o inmuebles, ya sea público o privado, sin contar con autorización. Los sujetos que realicen alguna de estas expresiones callejeras serán sancionados con la pena de reclusión menor en su grado mínimo (61 a 540 días) y multas de 5 a 20 unidades tributarias mensuales (210 mil pesos a 840 mil aproximadamente). Además, las penas se agravan en el caso que se trate de mensajes, dibujos u otras expresiones que promuevan la discriminación por razones ideológicas, políticas, religiosas, de nacionalidad, por raza, etnias o grupos sociales. 

Con esta ley, los diputados de la república, nos quieren dejar claro que, quienes deciden qué es vandalismo o expresión artística, son una vez más, un grupo determinado de sujetos que manejan y administran el poder, junto a sus aliados empresariales, y con esto quiero referirme, a que, con proyectos de ley como éstos, sólo se busca encerrar, coartar y reprimir toda acción básica y fundamental de expresión de nuestro pueblo, cual es: "LA EXPRESION POPULAR", que se manifiesta en distintos lugares y de distintas formas en nuestro país.

Para comprender mejor el origen de esta ley, debemos saber, que estos diputados desde el año 2009, comenzaron a proponerla desde los municipios, espacio que se amplió posteriormente a las regiones. La primera región en donde se puso en práctica, fue en la del Maule, específicamente en Curicó; y fue denominada:

"Curicó Libre de Rayados". Así, posteriormente, se fue aplicando en varias regiones, hasta que hoy, ya se está proponiendo incorporarla como una ley nacional, que vendría siendo una nueva Ley "Anti-expresión", como muchas más que existen en nuestro país.

No hay que ser muy inteligente, para darnos cuenta que este no es un problema que solamente le concierne a los Artistas Callejeros, o a las murallas de las vecinas, o del caballero que mira cómo rallan la propiedad privada, o los que se molestan porque se ralla el Transantiago, etc., sino que también, este es un problema social, derivado de la educación neoliberal, ya que, desde nuestros primeros pasos en el  aula, toda expresión de libertad artística, ha sido puesta en la mesa como un problema. El hecho de compartir nuestros actos con los demás, en nuestro país, es signo de rebeldía, por lo tanto, el que nosotros nos enojemos tampoco está permitido, tanto así, que el sólo hecho de rallar las hojas de nuestros cuadernos es castigado.

Que limiten nuestra expresión, es contradictorio, con la entrega de información que se realiza en los colegios, también con las actividades recreativas y deportivas a las que nos obligan, toda ella reforzada con la educación sobre nuestra historia patria, todos elementos que supuestamente deberían estimular nuestra expresión y actividad artística. Todo lo que nos enseñan, nos quiere dar a entender, que actividades como el arte, son una herramienta para expresarnos, en donde el conocimiento y la reproducción de lo que sabemos, de lo que entendemos, no debería ser negado y reprimido, y es aquí donde se nos presenta una gran interrogante.

El prohibir nuestra expresión artística, es como negar el derecho a la educación que es una herramienta básica para nosotros. Para saber, qué es lo que podemos hacer con nuestras expresiones, saber por ejemplo dónde y cuándo lo podemos realizar, ¿a quién debemos preguntar?, más aún, llevándolo a hechos concretos nos nace la pregunta que si ¿los jóvenes estudiantes, entienden lo que es tener un diálogo consciente con el arte que realizamos? La respuesta a esta pregunta, es que, muchos creen que sí, por lo tanto, terminan defendiendo sus dibujos, rayados, grafitis, propagandas con expresión ideológica, etc.

Pero a pesar de lo que se pueda decir o expresar en la práctica, esto no es así, razón que confirmo cuando miro nuestra ciudad, y muchos pueden pensar que me puedo contradecir, ya que por un lado estoy de acuerdo con las múltiples formas de expresión, pero luego no comparto la posibilidad de que esto se pueda hacer en  cualquier parte. Es aquí donde viene algo interesante, que tengo que dejar claro, y es que el 86% de los alumnos, no comprende lo que leen, y sólo un 24% si lo hace; cuando esta información es conocida, podemos establecer, que en nuestro país existe un nivel de lectura básico. Claro está, que la educación está entregando todos los elementos que el sistema predominante nos puede entregar, por lo tanto también, esta educación nos permite juzgar que si ese rayado está bien o está mal, cuando el problema está en que, el arte es una forma de expresión, que se encuentra estrictamente ligada al sentido de entendernos el uno con el otro, ya que es un diálogo permanente, pero como la educación  del 99% de la población es pésima, desde sus inicios, eso deriva, por un lado, en que nos expresemos no de la forma más adecuada, situación que nos genera la siguiente pregunta ¿la culpa de esta situación, es del que está rayando?, la respuesta es claramente no. Porque por un lado nos encontramos  negando a reconocer la expresión artística, cultural y política expresada en las murallas de nuestra ciudad, y por otro lado, se encuentran los que utilizan esta excusa para seguir con sus lógicas dominantes.

Mientras se mantenga el descontento social en que vivimos, cómo podemos evitar expresar lo que necesitamos, independiente de la forma en que esta se manifieste. Pero como a los dueños del poder, no les interesa nuestras formas de expresión, ellos ya en el 2012 se gastaron $94.941.250 millones de pesos, reprimiendo rayados y grafitis masivos, un gasto extraordinario de pintura, realizado bajo la justificación de eliminar lo que según ellos es "anti estético". Esta información, es el resultado de un estudio, que fue realizado, por el presidente de la Fundación calle 18, entidad destinada a la protección del patrimonio histórico de Santiago. Pero el gasto en pintura contra la anti estética, no sólo, se ha realizado en Santiago, también en Valparaíso, a la fecha ya se han gastado más de $1 millón de dólares anuales, con el objetivo de combatir la antiestética, y que decir del gasto de nuestros recursos en las diferentes regiones de nuestro país. 

La información nos permite comprender que el Estado y los privados siguen tratando de hacernos creer que el problema respecto de las diferentes manifestaciones culturales, es únicamente de carácter individual, por lo tanto, merecemos cárcel.  Está de más decir, que hoy las cárceles son otro negocio de los empresarios, negocio carcelario que es utilizado en contra de nosotros, contra nuestras expresiones artístico culturales, tanto de trabajadores como de los estudiantes. Esto quiere decir, que la amenaza de cárcel, ya no sólo es un medio de intimidación, pues, también se han vuelto un negocio lucrativo para las empresas. La amenaza de cárcel, tiene un carácter histórico, ya que ésta ha sido un elemento importante para frenar nuestras prácticas, que se enfrentan con la ideología burguesa. Y así, tratarán de seguirnos anulando y domesticando.

Por otro lado, también me llama la atención, que campañas presidenciales y municipales, que se financian con fondos públicos, es decir, con dineros de todos nosotros, llenan de basura nuestras calles, distraen a peatones, conductores, y generan además contaminación. Pero, no podemos olvidar a los empresarios, que con sus imponentes gigantografías publicitarias, que persiguen estimular un consumismo a destajo, y que no dejan de ser propaganda tóxica y subliminal, siguen teniendo la libertad de continuar llamando a la ignorancia y a la enajenación en los trabajadores y nuestro pueblo,  y estos señores diputados no se manifiestan en contra de ellos. La pregunta que nos nace es ¿por qué ellos se dedican a establecer leyes que repriman las manifestaciones artístico culturales de nuestro pueblo, pero no hacen nada contra los empresarios que contaminan con su publicidad nuestro ambiente?, ¿dónde está su trabajo de fiscalizador?

Pero dentro de los que están en contra de nuestras manifestaciones culturales, no sólo se encuentran algunos diputados, ya que en acuerdo con este proyecto de ley represivo, también se ha manifestado el decano Sergio Becerra, quién dijo: "para frenar este problema de los rayados en los edificios patrimoniales, la autoridad debe fortalecer la institucionalidad normativa sansonatoria”. Con lo que me encuentro totalmente en desacuerdo, ya que este señor quiere ver la realidad sólo a  favor de los empresarios,  y no reconoce que son ellos los que destruyen el patri

monio nacional, que finalmente ha construido nuestro pueblo y los trabajadores; son ellos, los empresarios, los que rayan y contaminan edificios y diferentes inmuebles con gigantografías, carteles, flayer, etc.; son ellos los que además han generado e instalado las condiciones psicosociales que llevan a nuestros jóvenes, de las poblaciones marginadas, a buscar mecanismos de expresión y de escape a la realidad de pobreza material y espiritual en que se ven obligados a vivir; son ellos los empresarios los que promueven y profundizan el modelo político, económico, social y cultural de corte neoliberal subsidiario, modelo que estos mismos empresarios, con la ayuda de sus operarios políticos, no tuvieron problema en imponer a sangre y fuego, que manchó nuestras calles y fuego que extinguió la vida de muchos trabajadores.

Las Sanciones Propuestas

Siguiendo lo expuesto por Becerra, quien expone que, en cuanto a la normativa sancionatoria, ésta debe tener penas que sean muy altas. Este señor, a pesar de que pueda conocer muy bien el tema de grafitis, en lo particular, no entiende las causas del fenómeno, por lo tanto, no comprende lo que se encuentra tras de dichas expresiones. A pesar de ser un experto en este tema, esto no lo hace consciente de la realidad de la educación chilena, y de lo que se vive en las poblaciones.

Este futuro proyecto de Ley, establece como pena entre 61 y 540 días de cárcel, sin sumar las multas en dinero en unidades tributarias mensuales. Este proyecto de Ley, nos quiere obligar a aumentar el negocio empresarial carcelario, acción que permite que sigan lucrando los empresarios de la Ley y el orden.

Por otro lado, candidatos como Evelyn Matthei, tendría que pagar con cárcel, durante largos años, por llenar nuestro país con tantos carteles con su feo rostro, al igual que los señores empresarios, que nos inundan con su propaganda consumistas neoliberal.

Por otro parte, el decano Sergio Becerra, tampoco revela el negocio de la educación en Chile, que según la evaluación general que realiza nuestro Pueblo, es pésima y cara. Esta podría ser una explicación, del por qué tantos rayados y grafitis incontrolables. Podríamos establecer al mismo tiempo que, si no hay educación de nuestra historia, difícilmente podríamos tener consciencia de la misma, por lo mismo, sin esta consciencia, cómo podemos identificar nuestros edificios patrimoniales. También, es necesario decir, que hoy en nuestro país, no existen lugares dónde ellos, los jóvenes y los artistas populares, se puedan expresar y crear, por lo tanto, no podemos exigirles que mantengan prudencia cuando  el Estado y la empresa privada inundan todo el país con propaganda y publicidad, ocupando espacios públicos, independientemente sean estos patrimoniales o no.

Se hace evidente  que con estas medidas arbitrarias ya no podremos salir a reclamar nuestros derechos a las calles, tampoco escribir, pegar o pintar nuestras demandas en los distintos espacios públicos, como edificios e inmuebles. Ya que si somos sorprendidos poniendo o fijando un cartel, nos podrán tomar detenidos y procesarnos, acción que podrán hacer sin ningún problema, ya que así lo establece este proyecto de ley.

Es por todo lo expuesto anteriormente, que podemos asegurar claramente, que hoy en nuestro país vivimos en una dictadura y no en una democracia, ya que esta represión constante y sistemática contra la ciudadanía, que finalmente es legislada por un Estado, que está a la orden de las decisiones e intereses de los empresarios, decisiones que son expuestas y expresadas por los políticos chilenos antes identificados, quienes no dudan en seguir postulando leyes en beneficio de los empresarios y en contra de nuestro pueblo.

Finalmente, Los Hijos de Mafalda, como organización política y social, manifestamos abierta y públicamente nuestra oposición a este proyecto de Ley, que busca eliminar toda posibilidad de expresión popular, que cuestione al modelo de dominación imperante en nuestro país. Este proyecto de Ley, pretende asegurar un solo tipo de información en las calles de nuestra ciudad, cual es, la “información publicitaria”, que tiene un solo objetivo, transformar al pueblo y los trabajadores en consumidores masivos, quienes para satisfacer dichas necesidades de consumo, deben endeudarse. Este proyecto de Ley, busca eliminar a la vez cualquier posibilidad de expresión, consigna, propaganda, pensamiento o idea que postule o estimule la transformación de la actual sociedad neoliberal, hacia un sistema Socialista.

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