UNA NUEVA RECESIÓN: LO QUE QUIERE DECIR UN MAYOR TRASPASO DE DINEROS FISCALES A LA EMPRESA PRIVADA.

Nuestro país es muy particular, ya que gira y vive en torno al que hacer económico, al dinero, nada más importa, es así como una gran parte de nuestra sociedad no cuestiono al tirano y sus cómplices por el hecho de matar, torturar, encarcelar, relegar y hacer desaparecer gente. Debemos asumir que estos acontecimientos tuvieron que ser considerados como normales, para la población nacional, pero estas mismas personas pusieron el grito en el cielo cuando se descubre que el tirano y su familia habían robado. Algo similar ocurre con los aliados de la tiranía, o sea los empresarios y sus partidos la UDI y RN, quienes a la fecha no han sido sancionados por crímenes de lesa humanidad, pero cuando ellos han sido acusados de robo, se ha detonado el escándalo e incluso más de uno de ellos ha sido sancionado por sin vergüenza y no por asesino.

 

         La acción económica es nuestro país es tan poderosa, que para enfrentar cualquier tipo de acción que pueda ir en beneficio de nuestro pueblo, se echa mano al discurso de que no hay plata, que la economía no crece, por lo que es imposible entregar tales o cuales beneficios, por lo que debemos esperar algunos años o conformarnos solo con un porcentaje de dicho beneficio.

 

         Por lo expuesto, es que los diversos medios de comunicación de masas permanentemente están transmitiendo noticias económicas, que de una u otra forma nos hacen algún sentido. Es producto de esto que, cuando escuchamos la palabra “recesión”, asumimos que las cosas ya no saldrán también como antes, de esta forma, nuestra vida, producto de esta palabra comenzará a empeorar, por lo que debemos comenzar a preocuparnos y prepararnos para ajustarnos o más directamente apretarnos el cinturón.

 

         Pero qué es una recesión, esta es una palabra que proviene del “latín recessĭo, recesión es la acción y efecto de retirarse o retroceder (apartarse, separarse, volver hacia atrás). El término es muy frecuente en el ámbito de la economía para hacer mención a la depresión de las actividades económicas[1]”. Por otro lado, una “recesión es un decrecimiento de la economía, de la producción, del producto interno bruto de un país. Cuando la economía, no solo deja de crecer, sino que se presenta un crecimiento negativo, una disminución sustancial en la producción, estamos ante una recesión económica, que si es muy prolongada, se considera una depresión[2]”.

 

Una recesión puede afectar a un país, a una región o hasta al mundo entero. Este fenómeno económico se produce cuando el Producto Interior Bruto PIB, desciende al menos dos semestres consecutivos. La recesión implica necesariamente la caída del consumo y de la producción de bienes y servicios, consecuencia de dicha situación, la inversión disminuye significativamente, aumentando el nivel de desempleo.

 

La población en general, percibe, siente o comprende que cuando se produce una recesión de la actividad económica, cae el consumo y por lo tanto, cae la producción. Las empresas, en consecuencia, despiden trabajadores y aumenta el desempleo, por lo tanto, las condiciones de vida empeoraran, situaciones que nos obliga a ajustarnos el cinturón, ya que entendemos que la cosa se va a poner mala.

 

Frente a lo expuesto, la pregunta sería entonces, si ¿Chile se encuentra en recesión?, dejemos que los expertos nos digan si es así: “El ciclo de desaceleración de la economía chilena ha tenido varias fases. Lo primero en frenarse fue la inversión en el último trimestre de 2013, luego el PIB pasó de crecer sobre el 4% a menos de 2% en 2014, período en que el consumo se redujo a la mitad[3]”. Para 2015, el crecimiento económico se mantuvo en un 2%, y para el presente año el Fondo Monetario Internacional FMI, estableció que el crecimiento alcanzaría un 1,7%. Esto quiere decir que nuestra economía ha decrecido en los últimos 2 años en más de un 50%, y que para el presente año esta seguirá bajando. Con estos datos, los capos del modelo aseguran que “la economía completará cuatro años de crecimiento promedio anual en torno al 2%[4]”. Al observar estos datos, podemos asegurar que este decrecimiento se ha mantenido por más de dos semestres, lo que indicaría que nos encontramos en recesión hace ya algún rato.

 

Esta recesión la podemos observar directamente en los ingresos del Estado, los que efectivamente han disminuidos, información expuesta por Bloomberg, que afirma que el pago de las compañías chilenas por Impuesto a la Renta anotó su mayor caída en cinco años durante 2015, al ceder 34% a US$ 3.640 millones, una merma de casi US$ 1.900 millones en relación al ejercicio 2014. El estudio realizado por Bloomberg, incluyo una muestra de 169 empresas que reportan a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) y cuyas ventas en conjunto representan alrededor del 80% del PIB: US$ 195.000 millones.

 

El mismo artículo expone que al ajustar los datos de las empresas, “usando como criterio las 40 empresas que componen el Índice de Precio Selectivo de Acciones (IPSA), o sea las más transadas del mercado, la tendencia no cambia: el pago del impuesto de Primera Categoría se contrae 22,8% y también alcanza su cifra más baja desde 2010: US$ 3.473 millones, versus los US$ 4.500 millones declarados en el período 2014[1]”.

 

No podemos dejar de destacar la siguiente información, que asegura que sólo 169 empresas nacionales representan el 80% del Producto Interno Bruto. Cuando hablamos del PIB, se debe entender que “se trata de una noción que engloba a la producción total de servicios y bienes de una nación durante un determinado periodo de tiempo, expresada en un monto o precio monetario[2]”. Con esto queremos asegurar sin la menor duda, el gigantesco nivel de concentración económica existente en el país, la que se encuentra en manos de un conjunto reducido de empresarios, representados en no más de 36 familias chilenas.

 

Ahora bien, si establecemos que Chile se encuentra en recesión, debemos preguntarnos desde cuándo es que esto ocurre, y la respuesta es, del año 2007, periodo en que se desata la crisis subprime, y desde esa fecha nuestro país se encuentra en un periodo de bajo crecimiento. Pero como la información de este mismo artículo lo expone, en este periodo de tiempo existió un par de años en que nuestra economía creció, pero ha vuelto a caer. Esto ocurre específicamente porque esta crisis es denominada como “W”, lo que implica que cae, sube y vuelve a caer, y según los expertos esta será recién superada en el año 2018.

 

Quisiéramos agregar que las recesiones económicas tanto chilena como mundial, se han sucedido sistemáticamente a partir del año 1994 con la crisis tequila, posteriormente en 1997, se desata la crisis asiática, consecutivamente se produce la no muy recordada en el 2000 la Crisis de las puntocom o del sector de Internet y de las telecomunicaciones, que produce un importante agujero en las cuentas de las empresas de capital riesgo, hecho que preparo las bases del reventón del 2007. Inmediatamente después se produce la crisis argentina, país que en diciembre de 2001 suspende el pago de su deuda externa, de casi $100.000 millones, lo que constituye la mayor bancarrota de la historia. El default argentino, hizo temblar a los grandes bancos del mundo. En el 2007, como ya fue expuesto se produce la crisis subprime, para posteriormente agravarse en el 2010 por la "Guerra de divisas y desequilibrios mundiales", que son consecuencia del lanzamiento de planes de estímulos económicos masivos, orquestados por el G20, el que tuvo la finalidad de palear la las consecuencias de la crisis subrime, esta acción no es más que el proceso de impresión de papel moneda sin ningún tipo de respaldo, que fue distribuido principalmente a naciones emergentes en forma de bonos y créditos, países que terminan con los más altos niveles de endeudamiento de su historia. Otra consecuencia de la subprime, fue la "Crisis griega y la crisis de la deuda europea" que detona entre los años 2010-2011, momento en que Grecia reconoce que las cuentas publicadas hasta esa fecha son erróneas, y que el déficit del país es muy superior al admitido, y genera una enorme inseguridad en el mercado de deuda, por lo que se ve obligada a pedir ayuda a la Unión Europea y el FMI[3]. Finalmente y como también lo mencionamos en este artículo, la crisis subprime finalizaría en el año 2018, cuestión que es totalmente dudosa, ya que se pronostica una nueva crisis económica mundial para el año 2017.

 

Esta última afirmación, la realizamos por información expuesta en un blog de Bloomberg, donde el columnista Christopher Langner expone que a partir del año 2017, "las instituciones financieras ya no podrán usar sus modelos internos para tasar los riesgos que implican los derivados para las contrapartes. En 2018 esto se extenderá a la titularización de activos y a partir de entonces, aunque la fecha exacta aún está por determinar, los prestamistas tendrán que evaluar a todos sus clientes de préstamo basándose en los patrones establecidos por el comité de Basilea III". De esta manera los bancos se verán limitados a la hora de prestar dinero a personas, tanto físicas como jurídicas (empresas), y solo se permitirá el crédito a los prestatarios más fiables. Se pondrán límites unificados también al volumen total de los créditos concedidos en proporción con el balance acumulado. Estas restricciones propiciarán un crecimiento en el número de bancarrotas en todo el mundo. Los casos de insolvencia serán cada vez más tangibles, incluso antes de la aplicación obligatoria de las nuevas normas, pronostica el columnista. Entre otras consecuencias Langner destaca la necesidad de despedir a cientos de miles de empleados de la intermediación crediticia (solo en EE.UU. cerca de 2,6 millones de personas trabajan en este sector). Los despidos afectarán a más gente que durante los años 2006 y 2009, antes y durante la reciente crisis financiera mundial[4].

 

Si efectivamente se implementan los acuerdos de Basilea III, la crisis será un hecho real y concreto, ya que gracias a la subprime, el mundo, los países, las personas y las empresas se han endeudado de forma excesiva, hecho que se considerará al momento de evaluar la asignación de créditos y préstamos. Esta nueva crisis será aún más catastrófica que las anteriores, por lo expuesto sobre el nivel de endeudamiento, que se agravará por una disminución real de los procesos de producción que se traducirán en altos niveles de cesantía.

 

La crisis que se producirá por los acuerdos de Basilea III, son un chock planificado por los 20 países más ricos del mundo, que como lo expuso Christopher Langner, se traducirá en un proceso de quiebra de miles de empresas, las que finalmente serán adquiridas por los grupos económicos mundiales, y de esta forma se producirá el mayor nivel de acumulación económica jamás visto en la historia de la humanidad,

 

Con la información y análisis expuesto, podríamos concluir que el mundo, y el país, comenzará a vivir una recesión permanente, lo que traducido sería que, el crecimiento económico nacional y mundial será limitado, por lo que se mantendrá en márgenes del 1 al 2%, hecho que afectará a la población mundial, haciendo permanente las deplorables condiciones de vida en que vive un porcentaje importante de la humanidad, y no permitiendo que las de otros mejore.

 

El problema es que las recesiones nos obligan a acostumbrarnos a vivir en malas condiciones, a las que finalmente nos terminamos acostumbrando, de esta forma, se institucionalizan los bajos salarios, que nos obligan a endeudarnos, situación que pasa a ser considerada normal y natural.

 

Además, los procesos de deterioro económico, generan un discurso donde se instala la necesidad de defender la empresa privada, ya que estas unidades económicas son las generadoras de empleo, producto de lo mismo, esta propaganda, finalmente se traducen en un conjunto de medidas económicas destinadas a salvar a la empresa privada por medio del traspaso de recursos directos del Estado vía subsidio, transferencias que terminan siendo permanentes en el tiempo, ya que se nos da a entender que sin estos aportes del Estado, dichas empresas privadas no pueden mantenerse en el tiempo

 

La recesión finalmente institucionaliza el desempleo, la cesantía y el auto empleo como herramienta de subsistencia en la población, hecho reconocido por el mismo gobierno que afirma que, en los últimos años el único tipo de empleo que ha crecido es el a cuenta propia, o auto empleo.

 

Pero la otra cara de la moneda de una recesión, es el aumento del proceso de acumulación de riqueza por parte de los empresarios, sus familias y las oligarquías dominantes, hecho que nos asegura “Global Wealth Report 2016”, que elabora Boston Consulting Group (BCG) desde hace 16 años, la riqueza de los hogares en el país llegó a US$ 345 mil millones en 2015, lo que representa un incremento de 7,8%, respecto de 2014. Sin embargo, esta cifra es inferior al 14,9% de crecimiento observado el año anterior[1]”. Como se ha expuesto, en estos últimos 16 años el mundo y el país ha estado viviendo crisis económicas permanentes, pero a pesar de ello, los empresarios siguen ganando cada día más dinero.

 

Este hecho es aún más grave al considerar el estudio realizado por Oxfam, que es una confederación internacional formada por 17 organizaciones no gubernamentales que realizan labores humanitarias en 90 países del mundo con la finalidad de superar la pobreza. Esta organización mundial asegura que “la riqueza que posee el 1% más rico de la población mundial (70 millones de personas), podría superar el año  que viene (2016) la que acumulan conjuntamente los más de 7.000 millones de personas restantes (el 99 por ciento de la población), este informe se publicó en vísperas de la reunión anual del Foro Económico de Davos. La investigación de Oxfam muestra cómo la riqueza acumulada por el 1% más rico de la población se ha incrementado en los últimos años, pasando de un 44% en 2009 a un 48% en 2014. Esto confirma que los ricos han sido los grandes beneficiados con la crisis. El 52% restante de la riqueza mundial, la mayor parte (el 46%) está en manos del 20% más rico. El 80% restante de la población comparte tan solo el 5,5% de la riqueza mundial[2]”.

 

Finalmente, como se podrán percatar el hecho de que nuestro análisis establezca que las crisis económicas y los periodos de recesión son fenómenos que benefician a los empresarios y las oligarquías nacionales y extranjeras, es compartido por diversas organizaciones internacionales, hecho que nos debe hacer pensar que, estas crisis no son hechos casuales, sí no que fenómenos planificados que buscan un mayor nivel de concentración de la propiedad y la riqueza en beneficio de los empresarios. Por otro lado, gracias al modelo subsidiario, podemos asegurar que la crisis económica es una estrategia, que permite que el Estado traspase indiscriminadamente recursos económicos de nuestro pueblo a la empresa privada, bajo la propaganda que asegura la necesidad de salvar la economía del país.

 

¿Consecuencias de Las Políticas Para Enfrentar Las Crisis Económicas?

Lo primero que debemos exponer es que, el neoliberalismo subsidiario ha demostrado a partir de la información expuesta, no tener problemas en sacrificar a la población nacional y mundial en beneficio de los empresarios y sus grupos económicos, acción que es fácil de observar al momento de examinar las políticas implementadas para resolver la crisis económicas.

 

Por lo mismo, para enfrentar la nueva recesión, el gobierno ejecutará una política de alza de impuesto a la población, hecho ya ejecutado con una primera reforma tributaria, la que se profundizará con una segunda reforma tributaria en un futuro muy cercano. El tema está en que ejecutar esta política en un periodo de crisis, sólo busca recaudar más recursos para ser traspasados vía subsidios a los empresarios, además el alza de impuestos se traduce directamente en la disminución de los salarios, los producto del aumento de los impuestos pierden poder adquisitivo, derivando en la disminución del consumo interno, lo que debilita el crecimiento económico, y alargando innecesariamente el periodo de crisis.

 

La disminución del poder adquisitivo, se enfrentará por medio de una política de estímulo al consumo, vía reducción de las tasas de interés. Esta acción, permitirá la obtención de dinero a bajo costo, hecho que facilitará la concentración económica, ya que con dichos recursos, los grandes grupos económicos, podrán absorber a las empresas con problemas económicos a muy bajo costo. Por otro lado, la población que cuente con capacidad de acceder al dinero barato, terminará sobre endeudada.

 

La política de estímulo, respaldada por el endeudamiento fiscal, finalmente, busca generar transformaciones estructurales de los Estados Nacionales, traducidos en la privatización de las empresas estatales, lo que trae asociado la flexibilización del marco normativo que protege a las y los trabajadores y la población en general.

 

Las transformaciones estructurales del Estado, se realizan gracias a la propaganda que asegura que los agentes privados son más efectivos y eficientes que los públicos, hecho totalmente falso, ya que la historia de las crisis económicas ha demostrado que estas se producen y profundizan por el accionar de la empresa privada, las que finalmente deben ser rescatadas por los Estados.

 

La política que establece la austeridad fiscal, expresada en recortes del gasto público, afectarán directamente a la población de los Estados Nacionales, ya que la menor inversión del Estado, implica el aumento de la cesantía, debilitando y posponiendo de esta forma  la recuperación económica.

 

Toda política que establece la austeridad fiscal, expresada en la disminución del financiamiento de los derechos sociales, como educación, salud, vivienda y trabajo, busca traspasar dichos derechos sociales consagrados al sector privado, para transformarlos en negocios con rentabilidad asegurada por subsidios entregados por el Estado.

 

Toda política de estímulo asociada a la baja de impuestos a las empresas privadas, se traduce en aumento de los ingresos para dichas empresas, obligando a asumir el costo de la crisis a la población por medio de las reformas tributarias.

 

Toda política de estímulo asociado a la reducción de las tasas de interés, destinada al consumo vía del crédito, termina en un sobre endeudamiento de la población.

 

Toda política que termina en un sobre endeudamiento de la población, busca mantener controlado a las y los trabajadores y sus organizaciones, control que se produce por temor a perder el trabajo, y de esta forma dejar de pagar sus obligaciones financieras con bancos, multitiendas  e instituciones crediticias.

 

Todo periodo de crisis, sea política o económica, se traduce en que la población genere mecanismos de adaptación sicosocial, como consecuencia de la disminución de ingresos, que conllevan a la disminución de la capacidad de consumo y satisfacción de necesidades básicas. Estos procesos de adaptación, se transforman en mecanismos de control social de los niveles de frustración de la población.

 

De este modo, podemos comprender entonces, que a mayor duración de la crisis, mayor es el traspaso de recursos del Estado a los empresarios, mayor flexibilidad laboral, mayor desregulación del sistema financiero, y mayor adaptación de la población a la disminución del poder adquisitivo.

 

La estrategia crisis, permite al mismo tiempo ejecutar un conjunto de transformaciones políticas, de beneficio exclusivo de la empresa privada, como la facilitación de la concentración económica, la privatización de la educación y la salud, entre otros. En consecuencia, la crisis es una herramienta utilizada por los empresarios y los grupos económicos para instalar y profundizar el modelo neoliberal subsidiario en todo el mundo.

 

Para terminar, quisiéramos exponer que, en el caso que nuestro análisis fuera errado, y la crisis no fuera una estrategia implementada por las grandes potencias y los grupos económicos, podemos establecer entonces, que todas las políticas implementadas para enfrentar las crisis y las recesiones económicas, han tenido un único resultado, el sobreendeudamiento de los Estados Nacionales, endeudamiento que se transforma en una cadena que destruye la libertad de decisión de los países endeudados, poniendo el trabajo de los pueblos, al servicio de una deuda que beneficia a los empresarios privados.

 

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Mario Paz Montecinos

Secretario General de Los Hijos de Mafalda

Sección Estación Central

 

“El Mayor Compromiso Con Nuestro Pueblo Es La organización.

Súmate Al Trabajo de Los Hijos de Mafalda”

 

https://www.loshijosdemafalda.cl/

info@loshijosdemafalda.cl



[1] Paz Mario. Un Mundo En Crisis. Páginas 192 a 194

 



[1] https://www.latercera.com/noticia/negocios/2016/06/655-684113-9-riqueza-privada-en-chile-llega-a-us-345-mil-millones-en-2015-y-119-hogares.shtml

[2] https://www.elblogsalmon.com/economia/nuevo-informe-el-1-mas-rico-posee-mas-de-la-mitad-de-la-riqueza-mundial

 



[1] Valdenegro Toro S. https://www.df.cl/noticias/economia-y-politica/actualidad/pago-de-empresas-por-impuesto-a-la-renta-anota-su-mayor-baja-en-cinco-anos/2016-04-10/212108.html

[4] https://actualidad.rt.com/economia/203351-fecha-crisis-bancos-prestamo



[2] https://www.gerencie.com/que-es-la-recesion-economica.html

[3] Valdenegro Toro S. https://www.df.cl/noticias/economia-y-politica/actualidad/pago-de-empresas-por-impuesto-a-la-renta-anota-su-mayor-baja-en-cinco-anos/2016-04-10/212108.html

[4] https://www.df.cl/noticias/economia-y-politica/macro/banco-central-insiste-en-caida-de-la-inversion-y-advierte-impacto-de/2016-09-07/193657.html